Cambiar de carrera es común tanto en la vida profesional como al inicio de la primera formación académica. En ambos escenarios, representa una decisión trascendental que impacta en todos los ámbitos de la vida en general y puede acarrear tanto consecuencias positivas como negativas.
Claro que dependiendo la etapa de la vida, se vive de distinta forma. Para los estudiantes, puede ser un momento de dudas respecto a su vocación cuando, después de cursar un tramo de carrera, presentan desmotivación, al tiempo que muchos profesionales ven el cambio como una oportunidad para avanzar.
En este caso, es normal que la idea surja al momento de crear currículum con CVMaker, ya que es en estos momentos en que se suele caer en cuenta que falta algo en la hoja de vida para aspirar a un cargo mejor, emprender proyectos individuales o buscar una nueva plaza laboral.
Indistintamente del caso, cambiar de carrera supone un desafío que debe asumirse de forma informada y teniendo conocimiento pleno de los pros y contras de la decisión, así como elegir una opción que gire en torno a la vocación real y permita el crecimiento profesional.
Ventajas de cambiar de carrera siendo profesional
La tecnología y digitalización marca el curso de un entorno laboral en constante movimiento y evolución, aspecto que exige una reinvención del perfil laboral que permita adecuarse a las exigencias y lograr ese cambio radical orientado hacia el crecimiento.
Las profesiones que, en su momento, fueron las más demandadas, hoy parecen ser insuficientes. A diferencia de los estudiantes, el cambio de carrera para un profesional supone la búsqueda de una mejor calidad de vida y la proyección del futuro hacia el crecimiento y la autosuperación.
A nivel personal, la decisión pone a prueba su capacidad de luchar por lo que desea, sobre todo, para quienes deben abandonar su estabilidad y zona de confort.
De esta manera, el nuevo rumbo se convierte en un potenciador de la autoestima, los profesionales que dan el gran paso, fortalecen la autopercepción y utilizan los nuevos conocimientos como herramientas para el desempeño de las nuevas funciones, consiguiendo que cada tarea sea ejecutada con bases sólidas.
Ventajas de cambiar de carrera durante la etapa universitaria
Existen un sinnúmero de razones que justifican cambiarse de carrera durante el curso de la formación, incluso, cuando se está en el último tramo. Desmotivación, aburrimiento, sensación de incompatibilidad y la disponibilidad de salidas laborales forman parte de ellas.
Afortunadamente, no todo está perdido en la búsqueda por alcanzar la felicidad y plenitud como profesionales, y si bien es necesario cumplir con ciertos requisitos, la decisión no tiene por qué significar un retraso directo.
Además de las clases de verano, los estudiantes tienen la opción de cursar clases en un colegio comunitario y transferir los créditos. En estos casos, la clave radica en encontrar los posibles puntos de inflexión en los que coinciden la formación anterior y la nueva.
Por otra parte, disfrutan la ventaja de implementar los conocimientos adquiridos en otras áreas académicas o a la hora de presentarse frente a un comité evaluador de recursos humanos, mismos que, en ocasiones, apoyan a los aspirantes que no dudaron en hacer lo necesario para alcanzar su meta profesional.
Los conocimientos se convierten en herramientas
Renunciar a la tranquilidad y el control que implican tanto la estabilidad profesional como el avance en la carrera universitaria, se ve compensado con la satisfacción de emprender un camino que sólo conduce al crecimiento personal, un factor clave en el desempeño de cualquier función.
La experiencia y los conocimientos adquiridos facilitan participar en conversaciones de diferentes temas.
Lograr el disfrute de todas las ventajas hasta ahora expuestas, requiere afrontar el reto con la orientación suficiente para evitar errores. El análisis de cada detalle debe acompañarse de la correcta asesoría y un exhaustivo estudio de las competencias.
Completar una plantilla de CV es la opción idónea tanto de verificar la disponibilidad de las mínimas necesarias para enfrentar el desafío, como para trazar la estrategia hacia el tipo de profesional en el que se desea convertir.
Encontrar la vocación real y superar los miedos
A diferencia de la elección de la primera carrera, en la selección de la segunda no son válidos los impulsos ni dejarse llevar por las emociones. Ya no existe la presión del entorno ni circunstancias que obligan a aceptar actividades laborales que no concuerdan con el perfil, por lo que es necesario considerar varios aspectos antes de tomar una decisión.
El objetivo es abonar el camino que conduce al éxito, por lo que el nuevo rol corresponde a la vocación real, genera interés y motivación. Por complejo que resulte abandonar la zona de confort, avanzar hasta esa profesión que despierta pasión merece el esfuerzo.
El desarrollo de nuevas competencias y la posibilidad de mejorar la calidad de vida, son los motores que sirven de impulso a uno de los desafíos más importantes que pueden asumirse en el ámbito académico y profesional.
Cambiar de carrera, sinónimo de una mejor calidad de vida
Vivir mejor pasa de un sueño a una realidad cuando se trabaja en el crecimiento profesional. Un perfil renovado es el instrumento clave para aspirar a nuevas vacantes, solicitar un ascenso, ganar reconocimiento, escalar posiciones y hasta negociar condiciones salariales y horarios más favorables.
En pocas palabras, se trata de dar un vuelco radical a través de una plataforma que impulsa hacia el éxito e incrementa las probabilidades de alcanzar maximizar el bienestar general.
La industria naciente a partir de la digitalización de las grandes empresas obliga a adecuarse a las nuevas exigencias del mercado, no existe límite de edad ni condición para elegir una carrera que se ajuste a los desafíos del entorno laboral moderno.
No solo los estudiantes pueden cambiar de carrera, de hecho, se estima que profesionales cambian en promedio de 3 a 5 veces de rama en el curso de su vida laboral. Elegir de forma acertada durante la etapa universitaria sólo reduce el camino hacia el triunfo.
La decisión de emprender
Emprender cualquier nuevo desafío siempre genera temor; sin embargo, cuando la decisión tiene como objetivo mejorar la calidad de vida, debe prevalecer el deseo de triunfar.
En el caso de los profesionales, la elección de la primera profesión suele ser producto de deseos y aspiraciones que se convierten en antagónicos respecto a la realidad actual. En el de los estudiantes, responde a los impulsos y la emoción del momento, una fórmula que mayormente termina convirtiéndose en insatisfacción.
La frustración de cumplir un rol que no coincide con la personalidad es el principal obstáculo que enfrentan los profesionales, sobre todo en un entorno laboral tan dinámico como el que impera en la actualidad.