El vicepresidente electo de Brasil, Geraldo Alckmin, se reunió el jueves con el mandatario Jair Bolsonaro, quien le aseguró que colaborará con la transición del futuro gobierno de Lula da Silva. La reunión ocurrió mientras en el país aún se mantienen algunos bloqueos de bolsonaristas que piden no reconocer el resultado del balotaje del domingo.
«Fue positivo (el encuentro). El presidente me invitó para que fuera a su gabinete (…), y reiteró la disposición del gobierno a pasar todas las informaciones para que haya una transición guiada por el interés público», expresó Alckmin, que lidera el equipo de transición de Lula, sobre el encuentro, que se dio fuera de agenda, informó Télam.
El vicepresidente electo evitó responder si Bolsonaro lo felicitó por la victoria. Antes del encuentro con el mandatario, Alckmin había encabezado la primera reunión de transición con el actual jefe de gabinete, Ciro Nogueira. «La conversación fue bastante provechosa, muy objetiva, y la transición ya empezó», expresó.
Alckmin, de 69 años y exdirigente histórico del Partido Socialista Brasileño (PSB), fue designado por Da Silva como coordinador del equipo que tratará la transición con la administración de Bolsonaro hasta su toma de posesión, el 1 de enero de 2023. El objetivo será intercambiar informaciones para «dar continuidad a los servicios prestados a la población», a partir de enero, explicó.
«Ahora hay que hacerla (la transición) de la mejor manera posible, en beneficio de la población», agregó. Por ley, el presidente electo tiene derecho a formar un equipo de transición de 50 personas que tendrán acceso a los datos de la administración pública y prepararán las primeras medidas del nuevo gobierno. Alckmin no dio nombres de las personas que formarán parte de este grupo.
Protestas
En Brasil todavía se registran bloqueos en carreteras por parte de grupos bolsonaristas, que perdieron fuerza luego de un pedido de Bolsonaro para que los manifestantes abandonen los cortes. El mandatario tuvo su primer pronunciamiento público el martes, en un breve en el que evitó aceptar la derrota y felicitar a Lula, y apenas dijo que iba a cumplir con la Constitución.
El miércoles publicó un video en sus redes sociales en el que pidió a sus seguidores que «desbloqueen las rutas», al argumentar que esa medida «no forma parte de estas manifestaciones legítimas». Alckmin, por su parte, dijo que «el derecho de circular es sagrado» y criticó que los bloqueos pueden comprometer «la salud de las personas, el abastecimiento de hospitales» y traer «perjuicios» para la economía.
El ministro de Justicia de Brasil, Anderson Torres, señaló el jueves en Twitter que se aplicaron 4.216 multas, hubo 20 actuaciones de las tropas de choque y se detuvo a 37 personas. A la vez, indicó que aún quedan dos puntos de bloqueo y 137 de manifestaciones.
Por su parte, el titular del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, dijo este jueves que el resultado de las elecciones del domingo es «indiscutible» y aseguró que los que no lo aceptan y están cometiendo «actos antidemocráticos» serán considerados delincuentes.