Este martes el kirchnerismo recibió un revés por parte de la Corte Suprema de Justicia y salió al cruce acusándola de entrometerse en un poder independiente. El máximo tribunal decidió que no correspondía la designación de Martín Doñate como representante de la segunda minoría en el Consejo de la Magistratura. Para la Justicia el lugar es de Luis Juez, senador del PRO.
El oficialismo, más puntualmente el kirchnerismo, criticó fuertemente el fallo de Horacio Rosatti, presidente de la Corte y el Consejo de la Magistratura. Una de las senadoras que cuestionó la decisión fue Lucía Corpacci, quien marcó su «preocupación: «Esto no es una cuestión de un espacio político. No podemos permitir el avasallamiento del Congreso de la Nación donde están sentados los representantes de todos los espacios políticos y de todas las provincias. Todos la debemos defender porque se atenta contra la democracia», indicó en declaraciones radiales.
A Corpacci la prosiguió Juliana Di Tullio. La parlamentaria del kirchnerismo aseguró que no se realizará el cambio planteado por la Corte ya que la división del bloque fue constitucional: «Es de imposible cumplimiento, además no nos pide nada salvo que no nos podemos dividir los del Frente de Todos. Al interbloque de Juntos por el Cambio que son tres, nadie le pregunta ni interpreta razones de malicia», aseveró en FM 107.3.
La senadora vinculó el fallo como una cruzada a la vicepresidenta y además lo vinculó con las elecciones en Brasil: «Quieren atacar a Cristina Kirchner cada vez con más virulencia y, sobre todo, desde que ganó Lula en Brasil. Nosotros ganamos la primera y segunda instancia en esta judicialización ¿Qué le interesa a Horacio Rosatti?», añadió.
La diputada Vanesa Silley, quien además es secretaria general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Judiciales (Sistraju), también se quejó de la resolución judicial: «El fallo de la Corte se parece más a un panfleto político, tiene muy poco de jurídico. El eje central dice que la presidenta del Senado, Cristina Kirchner, hizo una maniobra dibujando una legalidad para quedarse con una banca más en el Consejo de la Magistratura«, enfatizó.
Otro de los representantes oficialistas en la Cámara Alta, Mariano Recalde, siguió la lógica de Di Tullio e informó que no se realizará el cambio planteado por la Corte: «No se va a aplicar esta decisión, la semana que viene el Senado tiene que proponer los nuevos consejeros y vamos a respetar las mayorías y las minorías que están conformadas en la cámara. Vamos a hacer lo que corresponde«, detalló el senador.
Leopoldo Moreau fue más allá de las opiniones de sus colegas y no vio con malos ojos presentar el fallo en «tribunales internacionales». «Estamos frente a una crisis institucional, porque han pasado por encima de la Constitución y de las facultades del Poder Legislativo y porque pretenden poner una dictadura judicial«, exclamó. Además se animó a tildar a Horacio Rosatti como «emperador de pacotilla».
Asimismo llegaron las voces desde el Poder Ejecutvio. El encargado de exponer la visión que se tiene en Casa Rosada fue el Jefe de Gabinete, Juan Manzur. El tucumano aseguró que el Gobierno nacional «no está de acuerdo con el fallo». Agregó que fue uno de los temas que se debatió en la asamblea de ministros: «En la reunión de gabinete de esta mañana, el ministro de Justicia, Martin Soria, expuso sobre el tema«, confesó Manzur.