El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, rompió en llanto al recordar a Hebe de Bonafini, titular de Madres de Plaza de Mayo, que murió este domingo a los 93 años. “Es muy difícil”, expresó el funcionario, quien destacó la labor de la activista de los Derechos Humanos y habló de la cambiante relación que mantuvo con ella. De hecho, tras el atentado a Cristina Kirchner, De Bonafini le había reclamado a Fernández la renuncia, aunque se trató de un simple “enojo”, consideró el funcionario.
“Cuando se produjo el atentado contra Cristina, que quisieron matarla, Hebe se enojó conmigo y entonces me echó la culpa. Pero a los pocos días volvimos a hablar, y yo hablé con ella por última vez la semana pasada” contó Fernández en declaraciones a Radio 10. Y agregó: “Hablábamos todas las semanas. Teníamos un trato distinto. A mí no me enojaba ni me molestaba. Su enojo circunstancial era precisamente porque su cariño por Cristina era inconmensurable, justificado, y le había dado mucha bronca lo sucedido”, explicó.
“Cuando ella sale la primera vez del (Hospital) Italiano (de la ciudad bonaerense de La Plata), hasta la semana pasada hablamos seis o siete veces”, siguió el titular de Seguridad. Y remarcó que Hebe “no tenía por qué pedirme disculpas de nada. Yo entendí el mensaje, lo que quiso decirme”, reconoció. Cabe remarcar que en octubre de este año De Bonafini estuvo internada en ese nosocomio debido a estudios médicos y recibió el alta tras tres días en observación.
Tras la teiste noticia confirmada este domingo a las 11.00, Aníbal Fernández dijo: “Lo que llega este momento es de un impacto muy fuerte”. Y mencionó una infidencia entre ambos: “Un día recuerdo que en 2004 me llama Néstor (Kirchner, en ese entonces Presidente) siendo yo ministro del Interior y me preguntó cómo me llevaba con Hebe de Bonafini y le dije ‘Como el or*o’. Entonces, me dijo que me prepare porque en un ratito la íbamos a recibir”.
“Al ratito –continuó el relato– entró ella; el expresidente estaba en la cabecera de la mesa, a su derecha Hebe y en frente yo. Ella apenas se sentó empezó a hablar con Néstor y se puso a llorar porque le había dicho barbaridades, pero que su mamá le decía que le veía pasta, muchas cosas por hacer, que le creía. Entonces, quería pedirle disculpas. Y me comió el corazón”, señaló Fernández.
Posteriormente, recordó que “a los pocos días hubo una complicación en La Rural y había habido efectivos de la Policía reprimiendo y los echamos. Ella había llamado preocupada y le expliqué que nosotros no toleraríamos la violencia institucional y cuál era el trabajo que estábamos llevando a la práctica. Ahí empezó una amistad que nadie se hubiera imaginado”, admitió el actual ministro de Seguridad.
Seguidamente, Aníbal recordó un episodio ocurrido en 2013: “Un día decidieron regalarme un pañuelo de Madres, pero le dije que yo no era de este palo, más allá del agradecimiento por el gesto muy lindo y la mención. Yo se lo dejé en marzo a mi hija y lo conservo con tanto cariño”. En tanto, destacó que Hebe, “esa vieja, era un show”. “Me hizo ver cosas espectaculares”, subrayó.
Por último, no pudo contener su emoción y rompió en llanto al manifestar que “es muy difícil explicar lo que uno aprende de estas viejas que les quitaron los hijos, que nunca buscaron venganza, que se pusieron al hombro una lucha y que lo que hicieron fue mandar un mensaje de memoria, seriedad, respeto, de no perjudicar a los que no tenían nada que ver y buscar que la Justicia salga a buscar a los responsables”, concluyó.
En tanto, a través de su cuenta de Twitter, Fernández escribió: “Querida Viejita, solo Dios sabe cuanto te he querido, lo que hemos hecho juntos y la estela que dejás. Nervio y motor de una lucha sin fin pero, sin venganza. Luchadora de mil batallas a la que Dios le eligió este día, el de la Soberanía! Que Dios te bendiga. Se me rompe el alma”.