La cumbre del G20 le guiñó el ojo a la Argentina respecto a las sobretasas que cobra el Fondo Monetario Internacional (FMI) a sus deudores. El pedido, por parte de las autoridades argentinas en diferentes foros internacionales, fue acompañado por los líderes mundiales en Bali, Indonesia. También se sumó al pedido personal que le hizo Alberto Fernández a Kristalina Georgieva en una reunión que tuvieron hace algunas horas.
La posición de Argentina respecto a las sobretasas siempre fue de resistencia. Ya hace un tiempo atrás que en los diversos organismos y reuniones internacionales pretende que se ponga en debate la continuidad de dicho pago. Esta vez la suerte le jugó una buena pasada porque los miembros del G20 pidieron por la contemplación a naciones en recuperación.
En un documento, el punto 33, marca: “Estamos comprometidos a apoyar a todos los países vulnerables para que se recuperen juntos y más fuertes. Los compromisos por un monto de USD 81.600 millones a través de la canalización voluntaria de Derechos Especiales de Giro (DEG) o contribuciones equivalentes”, expresa el texto, según informó NA.
Argentina también sentó una posición en lo que tiene que ver con la situación entre Rusia y Ucrania: «Se refleja el costo de la guerra en la economía mundial, en la vida de las personas y en la seguridad alimentaria y energética. Los Estados expresaron sus posiciones nacionales conforme fueron sus respectivas votaciones en el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de las Naciones Unidas, la mayoría habiendo condenado la invasión».
El comunicado que lanzaron desde Cancillería, en su parte final, indica: «El G20 insiste en la necesidad de que los países desarrollados cumplan con sus compromisos en la lucha por el cambio climático, para movilizar conjuntamente USD 100 mil millones por año desde el 2020 y hasta 2025, y continuar deliberando sobre la necesidad de establecer el financiamiento partiendo de un piso de USD 100 mil millones por año, para cumplir con los compromisos internacionales climáticos de mitigación y adaptación», concluye.
