Esta tarde de jueves, Hebe de Bonafini es homenajeada en Plaza de Mayo por militantes y dirigentes del kirchnerismo, quienes depositarán sus restos para simbolizar la importancia de su lucha. Sin embargo, Jonatan Viale renegó del homenaje de la titular de la asociación Madres de Plaza de Mayo al repasar algunos de sus dichos y acciones más polémicas a lo largo de su vida.
Uno de los escándalos fue su afiliación al kirchnerismo para hacerse de sumas millonarias, exactamente 750 millones para Sueños Compartidos en 2012. «Así cualquiera se hace kirchnerista. 34.800 millones de pesos, es bestial la plata que le dieron», subrayó en su columna editorial de Radio Rivadavia al actualizar el número por inflación.
«La militancia es linda, pero si es rentada, mejor. El militante se puede ir; el militante rentado se queda», ironizó el columnista. No obstante, tampoco olvidó las confrontaciones de Hebe de Bonafini contra funcionarios opositores, caracterizadas por «el insulto, el exabrupto, la persecución, el escrache como forma de vida». De esta manera, destacó el juicio que ella le hizo a la prensa cómplice de la dictadura, como Chiche Gelbung.
En paralelo, Jonatan Viale propuso a Cristina Kirchner como una seguidora del «modelo Bonafini de la vida» al decir que está regida por la idea de «superioridad moral». Todo esto en el marco de los enfrentamientos de la dirigente fallecida con la Justicia, cuando fue investigada por el escándalo Schoklender y por no pagarles a los trabajadores lo que correspondía.
Para Jonatan Viale, «algo huele mal»
En otra parte del editorial, Viale alertó sobre la crisis con la figura presidencial de Alberto Fernández, quien no es invitado a los actos junto a Cristina Kirchner y ayer suspendió su viaje a Corrientes. Actualmente, tampoco tiene agenda por reposo y hay posibilidades de que el presidente pida licencia, algo que patearía el tablero en la cúpula oficialista.
«¿Estará en la cabeza de Cristina Fernández la posibilidad de hacerse cargo del poder? Es sabido que estamos ante un presidente que no está bien», hipotetizó. En conclusión, no solo no le creyó en absoluto las declaraciones de la vocera Gabriela Cerruti, quien argumentó que el jefe de Estado goza de una perfecta salud, sino que vislumbró una posibilidad de que algo más pase con su estado físico.
