La junta militar de Birmania anunció este jueves la liberación de casi 6.000 presos, entre ellos una exembajadora británica, un asesor australiano del derrocado Gobierno de la líder Aung San Suu Kyi y un periodista japonés. Los tres extranjeros «fueron indultados y deportados», informó la junta en un comunicado, y más tarde tomaron un avión rumbo a Tailandia.
La exdiplomática Vicky Bowman, el asesor económico australiano Sean Turnell y el periodista japonés Toru Kubota fueron puestos en libertad «con motivo de la fiesta nacional», que se celebra este jueves, agregó el comunicado. Los indultados salieron del vecino de China en un vuelo comercial a la tarde con destino a Bangkok, informó Télam.
Tres colectivos que transportaban a los presos indultados salieron de la prisión de Insein, en la ciudad de Rangún, y pasaron por delante de una multitud de 200 personas. Una mujer, que no quiso revelar su identidad por miedo a las represalias, estaba esperando a su marido, que había cumplido la mitad de su condena de tres años de prisión por fomentar la disidencia contra el ejército.
«Antes era partidario del USDP [el partido respaldado por el ejército]. Después del golpe, se unió a las protestas», expresó. «En total, 5.774 presos, entre ellos unas 600 mujeres, serán liberados», explicó un funcionario del régimen. Pero no dijo cuántos de los indultados habían sido detenidos durante la represión militar de la disidencia.
Detenciones en Birmania
Miles de personas fueron encarceladas desde que comenzó el golpe, el 1 de febrero de 2021, que puso fin a una década de transición democrática. Suu Kyi fue detenida la misma noche del golpe. La líder fue condenada a puerta cerrada por el tribunal de la junta militar en octubre pasado a otros seis años de cárcel por corrupción y otros cargos. Lo que elevó a 26 años la pena de prisión.
La liberación de los detenidos había sido reclamada durante meses por las organizaciones de derechos humanos. Condenan las políticas de una junta acusada de sumir al país en un sangriento conflicto desde el golpe de Estado. Según una ONG local, más de 2.300 civiles murieron a manos de las fuerzas de seguridad desde el golpe de Estado.
La Junta culpa por su parte a la oposición armada de la muerte de más de 3.900 civiles. El sábado pasado, el secretario general de la ONU, António Guterres, urgió a la junta militar de Myanmar (exBirmania) a reiniciar «inmediatamente» la transición democrática.