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Los secretos detrás de Ecuador: Big data e inteligencia artificial

Ecuador, el equipo de Gustavo Alfaro es una de las revelaciones de Catar 2022 y sueña con hacer historia.

Alfaro
Foto de FIFA

Ecuador, revelación de la Copa Mundial. Más allá de sus resultados, del triunfo inicial frente al anfitrión y del empate con sabor a victoria ante un histórico como Países Bajos, es su rendimiento el que destaca a un conjunto joven, valiente y voraz. Gustavo Alfaro es el artífice detrás de la memorable campaña en Eliminatorias y del genial arranque en Qatar 2022. Otra vez, amén de lo estadístico, su valor va más allá de los puntos conseguidos. Fue el responsable de consolidar a una generación que constituye el cuarto equipo de menor edad de promedio.

Pero el entrenador de Ecuador, Alfaro no está solo. Uno de los entrenadores más innovadores del fútbol sudamericano está rodeado de profesionales que lo apuntalan en diferentes especialidades, con una multitud de herramientas a disposición, con un único objetivo: mejorar el rendimiento de La Tri. Uno de ellos es Alejandro Manograsso, asistente y analista de rendimiento ecuatoriano. Fue uno de los pioneros en el uso de herramientas tecnológicas para evaluar acciones de juego en el fútbol argentino.

Manograsso conoció a Alfaro en 2005 y desde entonces se convirtió en uno de los hombres de confianza de Lechuga. En su mente brillante conviven millones de datos. Ligado desde chico al fútbol, jugaba en las juveniles de Chacarita Juniors cuando a los 13 años falleció su papá y decidió enterrar sus sueños de jugador. Pero jamás se desligó de la pelota. En 2005 encaró a Alfaro para hacerle una propuesta por entonces poco común: trabajar con compactos y análisis de partidos para evaluar los rendimientos individuales y colectivos de sus equipos.

17 años después, Manograsso aparece por la puerta de la sala de conferencias del hotel en donde se concentra Ecuador y recibe a FIFA+ para recorrer el proceso que el cuerpo técnico ejecuta para evaluar el rendimiento de la selección sorpresa de la Copa Mundial.

FIFA+: ¿En qué consiste concretamente tu función?

Manograsso: Soy asistente y analista de rendimiento en lo que tiene que ver con datos y análisis en imágenes, salvo en la parte física donde no entro porque no es mi área. Todos los datos pasan por mí, a partir de ahí lo masticamos y se lo derivamos a Gustavo. Seleccionamos lo que Gustavo necesita para no confundirlo con toda la cantidad de información que hay gracias a Dios hoy en día, que antes escaseaba, y tratar de darle lo que para él es importante.

Empezaste a recorrer este camino en 2005. ¿Cómo fue mutando el análisis?

Fue mutando muchísimo. Empecé en 2005 con Gustavo en San Lorenzo y en aquel momento era difícil conseguir los partidos. Teníamos que ir a Torneos, la empresa que tenía los derechos y filmaba los partidos, y esperarlos a cualquier hora. Dos, tres de la mañana, buscar el VHS. Esa fue la primera etapa de edición no lineal: descargarlo en la computadora, editar las imágenes que el técnico necesitaba, y armar el menú en el que separaba ataque y defensa, pelotas paradas, le entregaba el DVD y tenía segmentado lo que yo cortaba y graficaba.

Mi gran trabajo es ver a través de los ojos del técnico, sino no tiene sentido lo que yo veo. Yo puedo ver una situación, pero tengo que entender lo que el técnico necesita, y ese es el gran desafío. A partir de eso, trabajar en conjunto para después poder bajarle línea a los jugadores y no confundirlos. Estar en sintonía con la información que uno transmite, y que después el técnico sin lugar a dudas es el que decide y maneja la información.

¿Es más complejo gestionar la escasez o la abundancia?

En 2010 y 2011 trabajé en la Selección y ya hacíamos análisis en tiempo real, que parece que fuese hace un par de años pero en la Copa América 2011 lo hice. Hacíamos análisis en tiempo real y extraíamos datos, pocos, en tiempo real, pero los generaba yo. En ese momento al técnico de la selección le interesaba la posesión, el tiempo de recuperación, cuánto tardábamos en recuperar la pelota y en qué sector del campo.

El dato tiene que ver todo el tiempo con hacerse buenas preguntas, porque una te va llevando a la otra. Es decir, ¿es importante la posesión? ¿En dónde? ¿En qué sector? ¿Finalizo o no? ¿Es productiva? Pero siempre con la idea del técnico. Presión, por ejemplo. ¿Vamos a presionar alto o no? ¿Vamos a presionar tras pérdida? ¿Cuánto tiempo tardamos en recuperarla?

Y a partir de todas esas preguntas que nos hacemos nosotros y transmitimos al técnico, hacerlos pensar y darles soluciones sin marearlos. La elección de datos tiene que ver con la clave de entender lo que el técnico necesita. En esta transmisión es clave que uno no esté hablando de números, sino de fútbol, tenemos que hablar de fútbol, bajarlo a la tierra, al campo, a la acción, al entrenamiento. Si no pierde consistencia. Si no podemos trasladar el dato al juego, se dificulta la transmisión y ahí es donde empezamos a perder credibilidad con la información que uno transmite.

¿Cómo se le baja el dato a los jugadores de Ecuador? ¿Están más receptivos?

Hoy el jugador está acostumbrado a verse, que antes no lo estaba. Se está empezando a acostumbrar a verse en números también. Nosotros tenemos que acompañar ese crecimiento. Es un crecimiento en lo personal, en lo que tiene que ver en lo personal, para ser claro y conciso en la información que les doy y que sea productivo en lo personal pero más que nada en lo global. Salvo casos y momentos puntuales de algún jugador, o destacar algo en particular en un jugador, nosotros siempre trabajamos para el equipo. Necesitamos que esa información sea productiva en lo individual para trasladarlo después al equipo. Sino no tiene sentido.

La elección tiene que ver con entender lo que el técnico necesita, de entender cómo transmitirle eso a él para que lo tenga en claro y que él pueda hablar de fútbol a través de eso. Hicimos un gran trabajo post Copa América en lo que tenía que ver en la primera etapa de Eliminatorias y Copa América. En lo que tiene que ver con datos, trabajamos con una empresa argentina que se llama Atenea, porque obviamente yo no puedo manejar solo todo el caudal de información que hay. El canal de proceso de datos lo hacen ellos en relación a lo que yo les pido.

Post Copa América hemos hecho un gran análisis de lo que nos pasó, nos marcó el rumbo en lo que teníamos que corregir, lo que estaba bien. Nos ayudó a entender lo que teníamos que hacer en la última fase de la eliminatoria, fue muy importante y clave para marcar el rumbo de lo que teníamos que hacer, y poder trasladar a los jugadores nuestro norte. Todos nos alineamos en ese sentido.

¿Cómo es el flujo desde que recibís los datos hasta comunicarlos?

El proceso es una comunicación constante entre la empresa y yo, primero. Ellos ya saben lo que necesito. y a partir de lo que yo necesito ellos arman un informe. Obviamente que siempre tienen la libertad, si hay un dato que sobresale y no está dentro de lo que pedí, tienen la total libertad de decirme que vieron algo, lo charlamos y lo vemos. Ese informe se lo traslado a Gustavo, lo hablamos, y Gustavo a partir de ahí procesa esa información y toma las decisiones en base a los datos más relevantes de ese informe.

Ante Países Bajos sorprendió la incorporación de Porozo y la modificación del sistema táctico ¿Fueron cambios que se basaron en el análisis de los datos?

No exclusivamente de los datos, sino más del tema de análisis de imágenes y funcionalidades, con sistemas e ideas sobre en este caso particular cuál era lo que más nos convenía para enfrentar a Holanda. Si estaba bueno, en lo que tiene que ver con datos, analizar la altura que Holanda tenía, analizar la pelota parada, la importancia de la pelota parada no para nosotros en particular sino para el torneo.

Antes hicimos un análisis de todos los goles del Mundial pasado, para transmitir cuál era la tipología de los goles y la relevancia de la pelota parada para abrir partidos que van a ser cada vez más cerrados, en un mundial, en la élite. Pero eso es una parte de la decisión nada más, no tiene que ver pura y exclusivamente con la decisión final que toma el técnico. Uno le brinda información con los datos que recopila, y a partir de ahí con las imágenes y con el análisis en conjunto con el técnico, poder ayudar a que él pueda tomar las mejores decisiones para el equipo.

¿Ya sacaste conclusiones de Ecuador y de la Copa Mundial?

Conclusiones generales del torneo todavía no, no tengo tiempo -se ríe-. Con lo que tiene que ver con nosotros, nos analizamos todo el tiempo. A partir de nuestro propio análisis de lo que tiene que ver con las distintas fases del juego, de lo que nosotros pretendíamos. Primero hay que entender que para nosotros lo más importante es si el partido que salió es el que nosotros pensábamos. Si fue el partido que pensábamos que iba a pasar, estamos bien encaminados. Siempre analizamos rendimientos y no resultados. No te voy a mentir, el resultado es lo más importante, pero para el análisis no. Sea cual fuese el resultado, no se puede cambiar y ya pasó, y tenemos que enfocarnos en lo que viene que es lo que podemos modificar.

¿Durante el partido le acercan datos a Alfaro?

Durante el partido no. Nosotros no tenemos los datos en tiempo real. Si tenemos las imágenes y, si Gustavo nos necesita, nosotros le mostramos alguna imagen. Pero es el momento que él tiene para él, y si no es necesario o él no lo pide, no me parece que corresponda que nosotros le mostremos algo salvo que sea muy puntual, pero tiene que ser muy puntual, porque generalmente es algo que ya está viendo o que estuvo analizado. ¿Nos puede sorprender algo? No debería, pero puede pasar.

¿Y jugaron los partidos que habían imaginado?

Por suerte si. La verdad es que en los dos partidos sí. También sabíamos con que dificultades nos íbamos a encontrar nosotros. Se dieron los partidos que nosotros pensábamos, sobre todas las cosas que Gustavo trabajó.

¿Cuáles son los datos que Gustavo pide?

No, no podemos profundizar en eso porque tiene que ver un poco con nuestra identidad, con nuestra forma de trabajar. Pero si me pareció muy buena una frase que no recuerdo el autor: transformar el big data en smart data. Transformarlo en un dato inteligente que puede ser un disparador para Gustavo y los jugadores de Ecuador. Ahí está la clave de nuestro trabajo, sino no serviría de nada el trabajo. Lo logramos a través del trabajo en conjunto, del conocimiento de Gustavo sobre lo que va a necesitar. Por eso es tan importante, en mi opinión, el trabajo del analista dentro del cuerpo técnico. Después el club, la federación, que te de la posibilidad de que analice está espectacular, pero que analice para el cuerpo técnico. Obviamente uno puede bajar cinco datos y el técnico elige uno, ese es el filtro final: pero que elija uno ya es excelente, porque quiere decir que puede transmitirlo y que le sirvió para tomar una decisión.

¿Cuál es la influencia del dato en el resultado final en Ecuador?

Es muy difícil poder cuantificar eso. Yo lo que digo siempre es que es una herramienta más de todas las que gracias a Dios existen en el fútbol. Eso quiere decir que nadie puede dejarla de lado. El que lo deja de lado tiene una pata menos, nada más que eso. Creo que es la utilización de la herramienta, poder sacarle provecho a eso.

Hoy FIFA te da una plataforma, por suerte, en la cual tenés todas las imágenes, todos los datos, pero es imposible procesarlo si no tenés una estructura atrás. Este cambio pasa por ahí, no por cuantificar el porcentaje del resultado. En realidad el porcentaje del resultado es 100% de los jugadores, nosotros no entramos a la cancha. El grado de cuantificación es cero, ya está, porque hasta ahí llegamos. Pero significa un avance muy importante en lo que tiene que ver con las estructuras y que el ambiente del fútbol entienda que esta área va por ese lado. Ya no hay marcha atrás, va para adelante. Todos tenemos que prepararnos para eso: si FIFA te da tres bancos y nueve posiciones de análisis, el que tiene nueve va a tener un poco más de ventaja por sobre el que no.

¿Con qué otras herramientas trabajan en Ecuador?

También hacemos análisis de inteligencia artificial, que lo habíamos adoptado cuando estuvimos en Boca con la gente de K-Sport. Es algo que a Gustavo le sirve mucho. Trabajamos con informes de inteligencia artifical, con los informes también de Wyscout, pero tratamos de que esos informes les pegamos una revisada, un vistazo, y enfocarnos en los informes de Atenea que son dirigidos a nosotros, que es un informe personalizado con lo que nosotros le pedimos.

Lo que hace la inteligencia artificial es pasar del dato frío de los informes, de lo numérico y estadístico, al dato masticado. Ese es el primer paso. El segundo, el más importante, es la unión de la información. No analizar en tres grandes bloques, técnico, táctico y físico, sino analizarlo en un solo bloque. Eso nos sirve para sacar una conclusión específica, tanto de los jugadores como del equipo. También nos da la posibilidad de cuantificar al rival, si hacemos match analysis, que tiene que ver con tracking óptico de los jugadores en partido.