El Frente de Todos tiene como principal objetivo definir su posición respecto a la eliminación de las PASO. El oficialismo muestra nuevamente la división que viene cargando de hace meses. Esta vez la fragmentación se debe a las diferentes posturas sobre la supresión de las elecciones primarias. Sin embargo habrá un planeamiento de cómo seguir de cara a un año complejo. Máximo Kirchner, prácticamente resignado al triunfo presidencial, buscará la manera de quedarse con la provincia.
El PJ bonaerense, liderado por Máximo Kirchner, se reunirá el próximo 5 de noviembre en Mar del Plata. El cónclave tendrá como orden del día la cancelación de las PASO. La discusión está sumamente fragmentada, donde gobernadores e intendentes pretenden que se transforme en ley. Sin embargo hay otra facción que se opone, como el caso de Alberto Fernández. Además la estrategia para los candidatos y quienes irían en la lista.
Entre los dos extremos hay un camino que podría contentar a todos y es achicar los tiempos. En los últimos días surgió la posibilidad de que no transcurran varios meses entre las primarias y las generales. Quieren evitar lo que le sucedió a Mauricio Macri en 2019, donde perdió las PASO y al día siguiente hubo una gigantesca corrida cambiaria que afectó el final de su presidencia.
Además, si quedaba alguna ilusión de poder debatirlo en el Congreso, la izquierda terminó de derrumbarla. El bloque que tiene a Myriam Bregman, Nicolás del Caño y Alejandro Vilca, más Romina del Plá del Partido Obrero, anunció que no apoyarían la suspensión de las PASO. «De ningún modo nosotros aceptamos que primero Juntos por el Cambio con la Boleta Única y ahora el oficialismo con las PASO manipulen el sistema electoral al solo efecto de beneficiar sus posiciones en las elecciones«, declararon a NA.
El contexto desfavorable hará que el Frente de Todos se conforme con «acortar» los tiempos. En 2019 separaron 76 días a las PASO de las generales. En este caso el oficialismo, con Máximo Kirchner a la cabeza, propondrá que haya una distancia de 30 días entre una elección y otra. De esta manera el oficialismo podrá pasar el siguiente escollo, diagramar las candidaturas.