El presidente de Perú, Pedro Castillo, confirmó el jueves que aceptó la renuncia del primer ministro. También anunció que renovará una vez más a todo su gabinete de ministros, en medio de una constante pugna política entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.
El ahora exprimer ministro Aníbal Torres había solicitado la semana pasada al Congreso un voto o «cuestión de confianza», pero la mesa directiva del parlamento rechazó «de plano» más temprano el pedido alegando que no cumplía los requisitos legales para proceder a una votación de los legisladores.
Castillo, que asumió en julio del año pasado, tendrá que designar a su quinto primer ministro y jefe de todo su gabinete; y reorganizar a todo su equipo de gobierno. «Luego de este rehusamiento expreso de la confianza, con la expresión de rechazo de plano, y, habiendo aceptado la renuncia del premier, a quien le agradezco su preocupación y su trabajo por el país, renovaré el gabinete», afirmó.
El pedido de voto de confianza del Gobierno estaba destinado a presionar al Congreso en medio de una relación tensa entre ambos poderes. Legisladores opositores han intentado dos veces destituir a Castillo, pero no reunieron los votos suficientes, aunque si censurar a algunos miembros de su gabinete, informó Reuters.
La «cuestión de confianza» es un controvertido mecanismo constitucional porque puede tener consecuencias importantes tanto para el poder Ejecutivo como para el Legislativo. De acuerdo a la Constitución, si un voto de confianza es rechazado por el Congreso, todo el gabinete del Gobierno debería renunciar.
Si el Congreso rechaza dos veces una «cuestión de confianza» a un primer ministro, el presidente está facultado a disolver el parlamento y convocar elecciones legislativas. La gestión de Castillo, un hijo de campesinos, exsindicalista y maestro, ha estado marcada por una constante rotación de altos cargos gubernamentales.