Diego Guerri, empresario pyme que fabrica tornillos, manifestó que ya no tiene insumos para seguir produciendo y que está intentando comunicarse con el equipo de económico de Sergio Massa a través de la Cámara de Fabricantes de Bulones, Tornillos, Tuercas y Afines (CAFABYT). La falta de dólares en el Banco Central, el cepo al dólar y las restricciones a las importaciones perjudica la producción nacional.
«Nosotros fabricamos tornillos que usan los carpinteros o en las construcciones en seco para poner en los tabiques de Durlock. Nosotros tenemos 60 personas a cargo y tenemos 3 líneas de producción: fabricamos virutas de acero, tornillos y tarugos de plástico. El más crítico es en el acero que es para hacer los tornillos porque no hay rollos de alambre… no es cualquier alambre y tiene que tener ciertas características», comentó Guerri en una entrevista para La Nación+.
«Hace varios años ese alambre venía de Brasil y hace 2 o 3 años empezaron a restringir las importaciones y comenzaron a desarrollarlo en la Argentina, pero nunca pudieron dar con el volumen de trabajo que nosotros teníamos, por eso lo que faltaba lo traíamos de China y Brasil. El problema más grave es que hace unos meses pusieron una nueva reglamentación de que el proveedor de afuera te tenía que financiar a 6 meses. Las siderúrgicas no te financian 6 meses», indicó el empresario.
«Nosotros a través de la CAFABYT estuvimos pidiendo audiencias con el Gobierno nacional y tuvimos una reunión con Hacienda (equipo de Massa) para mostrar la problemática de toda la cadena de valor… esto que me pasa a mí, le pasa a 50 tornilleros. Yo fui el primero que se quedó sin stock y tengo otro colega que dentro de una semana se va a quedar sin insumos», expresó el emprendedor.
«El problema es cómo se fue achicando la empresa. Nosotros teníamos varios meses de stock de materias primas para abastecer al mercado, pero de repente empezamos a recibir cada vez menos y hace 6 meses paré un turno de trabajo y ahora estoy paralizado. Lo que fabricamos se venden en las ferreterías, en los corralones y los que están más preocupados son nuestros proveedores», concluyó.