Rusia ordenó a los civiles que abandonaran una franja de Ucrania a lo largo de la orilla oriental del río Dniéper, una extensión importante de una orden de evacuación que, según Kiev, equivale a la despoblación forzada del territorio ocupado. Moscú, que afirma haber anexado el área, dice que está llevando a los civiles a un lugar seguro debido a la amenaza del uso de armas no convencionales.
«Debido a la posibilidad de la utilización de métodos de guerra prohibidos por parte del régimen ucraniano, así como a la información de que Kiev está preparando un ataque masivo con misiles en la estación hidroeléctrica Kakhovka, existe un peligro inmediato de que la región de Kherson se inunde», expresó Vladimir Saldo, jefe regional instalado por Rusia.
«Dada la situación, he decidido ampliar la zona de evacuación en 15 kilómetros desde el Dnipro», dijo, y agregó: «la decisión permitirá crear una defensa en capas para repeler los ataques ucranianos y proteger a los civiles». Moscú acusó a Kiev de planear usar la llamada «bomba sucia» para propagar la radiación o volar una represa para inundar pueblos y aldeas en Kherson.
Ucrania asegura que las acusaciones de que utilizaría tales tácticas en su propio territorio son absurdas, pero que Rusia podría estar planeando tales acciones para culparlos. La desembocadura del ancho río Dnipro se ha convertido en una de las líneas de frente más importantes en la guerra en las últimas semanas, informó Reuters.
Moscú tiene miles de tropas allí y ha estado tratando de reforzar el área. El avance de Ucrania se ha desacelerado en los últimos días. Este martes, la Unión Europea acusó a Moscú de lanzar un nuevo programa para reclutar ilegalmente a hombres en Crimea, de la que Rusia se apoderó en 2014, para luchar en sus fuerzas.