“Sueños Compartidos”: la causa de corrupción que casi lleva a la cárcel a Hebe de Bonafini POLÍTICA El Intransigente

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“Sueños Compartidos”: la causa de corrupción que casi lleva a la cárcel a Hebe de Bonafini

A la activista se la investigó por haber participado de un presunto desvío de $ 206 millones entregados para la construcción de viviendas sociales.

Histórica activista por los Derechos Humanos, Hebe de Bonafini murió este domingo a los 93 años. La titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo fue una incansable militante del reclamo por Memoria, Verdad y Justicia, tras los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar. Sin embargo, su trayectoria se vio manchada tras haber quedado envuelta en la causa Sueños Compartidos.

De naturaleza polémica, a De Bonafini se la investigó por haber participado de un presunto desvío de $ 206 millones entregados por el Estado Nacional por la construcción de viviendas sociales de la “Misión Sueños Compartidos”, organizada por la Fundación Madres de Mayo y creada por Sergio Schoklender, cuyo nombre saltó a la fama en 1981 por haber asesinado a sus padres junto a su hermano, Pablo. La causa tuvo un momento de tensión cuando en 2016 se ordenó la detención de De Bonafini.

La detención se dio ante la negativa de la activista a presentarse a declarar. Debido a ello, se organizaron manifestaciones que impidieron el ingreso de la Policía a la sede de la Madres. “Agradezco a todos los que se movilizaron frente a la casa de las Madres para darnos su apoyo. Somos felices con lo que hacemos, no los dejemos avanzar. Estamos acá para decir todos juntos (Mauricio) Macri pará la mano”, supo declarar esa noche la titular del organismo.

“Si me tienen que meter presa, que me metan. No tengo miedo a las consecuencias. Para mí, lo más importante es la vida y el honor de mis hijos y de los 30.000 desaparecidos”, había manifestado en declaraciones radiales. Finalmente, Martínez de Giorgi aceptó indagar a De Bonafini en la sede de Madres. Uno de los últimos movimientos judiciales de De Bonafini en este expediente fue escasos días atrás: a comienzos de noviembre presentó un escrito pidiendo la extinción de la acción penal por afectación del derecho de ser juzgada en un plazo razonable.

Finalmente, accedió a prestar declaración y la procesaron como partícipe de la defraudación al “avalar” el accionar de los hermanos Schoklender el 30 de mayo de 2018 junto a Julio de Vido, Pablo y Sergio Schoklender, José López, entre otros. En mayo de 2019, el juez Marcelo Martínez de Giorgi elevó a juicio la causa, que de todos modos se mantuvo paralizada hasta el momento.

Para Schoklende, en tanto, la Justicia estableció que el abogado contó “con la colaboración de otros empleados infieles de la Fundación, así como también de terceras personas y empresas que fueron utilizadas para dar apariencia lícita al dinero ilegítimamente percibido”. En agosto pasado se habilitó el inicio del juicio en el que Schoklender es el principal acusado: el Tribunal de Casación Penal convalidó el rechazo al pedido de sobreseimiento del parricida.

A su parte, en 2015, a De Bonafini la imputaron por supuestos cargos de “incitación a la violencia colectiva” y “atentado contra el orden público” después de reanudar las Marchas de la Resistencia de las Madres, cesadas desde la presidencia de Néstor Kirchner y que volvieron a efectuarse tras la asunción de Mauricio Macri como jefe de Estado.

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