Tras el escándalo de no renovarles la matrícula a ocho estudiantes con discapacidad, el colegio del municipio bonaerense de Pilar cerrará sus puertas y dejará de funcionar. La institución educativa ya comunicó la decisión, que entrará en vigencia a partir del 1º de febrero de 2023, al cuerpo docentes y a las familias, muchas de las cuales ya habían garantizado su vacante para el próximo ciclo lectivo.
Antes de comunicarles a las familias, las autoridades del Magno College ya habían presentado ante la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires la notificación en la que solicita la baja de la matrícula del colegio. “La decisión resulta muy dolorosa por las implicancias que tendrá en nuestra comunidad, tanto en los alumnos […] como sus padres, y especialmente los docentes y empleados”, señala el comunicado, publicó NA.
En el mismo, además, responsabilizan por la decisión a “la reiterada interferencia de las autoridades de la Dirección General de Cultura y Educación”. El organismo provincial a cargo de Alberto Sileoni había intimado al colegio a retomar a los chicos, bajo apercibimiento de aplicar severas sanciones. “Nunca hubo en el Colegio ninguna intención, ni ningún acto de discriminación. Las decisiones de no rematriculación de los ocho niños se evaluaron y adoptaron en función de la conveniencia de su continuidad en la institución”, se indica en el texto.
Además, las autoridades niegan haber señalado que los niños echados “bajaban la vara” del resto, tal como informaron padres y madres que participaron de la reunión en la que se habría pronunciado la frase. “En estos últimos días hemos recibido cartas de repudio e intimaciones relacionadas con conductas discriminatorias” y aseguran que “nunca hemos tenido”.
El comunicado señala también a la Provincia, “que desde hace un tiempo ha dado muestras de no acompañar nuestro plan”, y concluyen: “Dado el creciente nivel de animosidad y la progresiva intromisión en nuestras decisiones, resulta más que claro que un colegio como Magno College no es bienvenido en el sistema educativo de la Provincia y es por ello y no por ninguna otra razón que consideramos inviable su continuidad”.
La polémica por el rechazo a ocho estudiantes
Todo implosionó en las primeras semanas de octubre cuando madres y padres de ocho alumnos del nivel primario y secundario recibieron un e-mail en el que se les avisaba que sus hijos no iban a ser matriculados para 2023. “Nos comunicamos en esta oportunidad para informarles que su hijo no podrá ser matriculado para el ciclo 2023. Entendemos la importancia de enviar esta notificación de forma temprana para que cuente con el tiempo necesario para planificar la continuidad pedagógica en otra institución educativa», decía las comunicaciones.
Tras el correo electrónico, las familias pidieron reunirse con las autoridades, y luego de ello, contaron que el dueño, para justificar la decisión, les hizo la siguiente pregunta: “¿Alguna vez alquilaron una casa? Yo en este caso vendría a ser el dueño de la propiedad y decido a quién se la alquilo”. El repudio se generalizó entre la comunidad y luego tomó trascendencia pública, a tal punto que se tomó semejante decisión.