Los residentes de un condado de Carolina del Norte se enfrentaron el domingo a una segunda noche de clima helado sin electricidad, después de que vándalos abrieron fuego contra dos subestaciones eléctricas, en lo que las autoridades de Estados Unidos llamaron un «ataque dirigido».
«El motivo de la ola de daños no está claro», señaló el alguacil del condado de Moore, Ronnie Fields. Debido a los apagones, las escuelas estarán cerradas este lunes y posiblemente por más tiempo. «Los incidentes están siendo investigados por agencias policiales locales, estatales y federales, incluido el FBI», añadió Fields, replicó Reuters.
La secretaria de Energía, Jennifer Granholm, informó que había estado en contacto con Duke Energy Corporation, propietaria de las subestaciones, y que el Departamento de Energía estaba trabajando con otras agencias para investigar y responder.
«El FBI de Charlotte está investigando el daño intencional a las instalaciones eléctricas en el condado de Moore. Estamos en contacto regular con las fuerzas del orden locales y socios del sector privado», comunicó la agencia federal de aplicación de la ley, refiriéndose a sus oficinas en Charlotte, Carolina del Norte.
Alrededor del 64% de los clientes de electricidad del condado de Moore permanecieron sin electricidad el domingo por la noche, en un área mayoritariamente rural, a unos 145 kilómetros al este de Charlotte, según el sitio de seguimiento poweroutage.us.
Las luces se apagaron alrededor de las 19:00 del sábado en 40.000 hogares y negocios del condado. Fue «un ataque dirigido. No fue al azar», advirtió Fields. Los trabajadores de servicios públicos encontraron puertas rotas y evidencia de daños, por disparos en el equipo. «Los apagones podrían extenderse hasta el jueves», anunció Jeff Brooks, vocero de Duke Energy.