Luego de detectarse algunas irregularidades en la causa que investiga el atentado contra Cristina Kirchner, la jueza María Eugenia Capuchetti está en el ojo de la tormenta. La vicepresidenta la acusó de no seguir todas las líneas que debía para conocer en profundidad que sucedió y elevó un pedido de recusación en contra de la magistrada.
A raíz de ello, Capuchetti decidió dejar cualquier tipo de avance en manos del fiscal Carlos Rívolo que luego de conocerse el fallo de la Cámara Federal porteña se ofreció a dejarle nuevamente el expediente en sus manos. Sin embargo, Capuchetti lo rechazó y se negó a ser quien tome la próxima determinación sobre el caso, la cual probablemente sea peritar los teléfonos de Gerardo Milman y sus asesoras.
Ya en su momento, Rívolo cuestionó «la arbitraria delegación de la investigación dispuesta por la Sra. Jueza en este estadio procesal» cuando le delegó el caso. Sin embargo, lo aceptó «en razón del entorpecimiento del proceso que ciertamente puede acarrear y a efectos de no dilatar la pesquisa«. Sin embargo, ahora quiso devolverle el poder a ella.
«Teniendo en cuenta el motivo por el cual la Sra. Jueza fundó esa decisión y habiendo tomado conocimiento de la resolución mediante la cual se resolvió rechazar la recusación, toda vez que ha desaparecido la razón en la que fundó la delegación de la instrucción, corresponde remitir en devolución el presente caso a su conocimiento«, sostuvo Rívolo que se encontró con la negativa de la jueza.
¿Cómo sigue el caso del atentado contra Cristina Kirchner?
En los últimos días, Rívolo ordenó medidas de prueba a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Las mismas son avaladas por la Cámara Federal que en concreto se trata de tomarle declaración a las asesoras de Gerardo Milman, peritar sus dispositivos móviles y chequear las cámaras de seguridad del restaurante donde se reunieron el día previo al ataque a Cristina Kirchner.