Brenda Agüero, enfermera acusada por los crímenes de cinco bebés en el Hospital Neonatal de Córdoba, rompió el silencio y habló por primera vez tras la imputación. Durante una entrevista a la cual accedió NA, sostuvo que está detenida «injustamente». El caso se dio a conocer en agosto de 2022 y derivó en la renuncia del ministro de Salud de la provincia Diego Cardozo.
Desde el penal de Bouwer, Agüero dialogó con la emisora local LV3. En todo momento, manifestó que no hay pruebas en su contra y que ella » no aplicaba inyecciones» a los bebés. «Con todo lo que pasó no quedan dudas que sí hubo intencionalidad. Pero cuando empezaron a pasar cosas raras yo les avisé y no hicieron nada», se defendió.
Desde el principio de la causa, la enfermera cargó contra el fiscal Raúl Garzón al sostener que había algo contra ella. En esta ocasión volvió a expresar: «Esta empecinado conmigo. Le dije que me tiene detenida injustamente porque no tiene ninguna prueba en mi contra. Lo único que tiene es que yo estuve en el hospital y nada más».
La situación procesal de Brenda
Brenda se encuentra detenida en el penal de Bouwer desde el 19 de agosto pasado. El fiscal la imputó por los delitos de «homicidio calificado por aplicar método insidioso al suministrar potasio incompatible para la vida». Esta imputación corresponde a la muerte de los cinco bebés que fallecieron entre marzo y mayo de este año. También está siendo investigada y acusada por el mismo delito en grado de «tentativa» sobre ocho bebés. Ellos habrían sido víctimas de la misma práctica delictiva y sobrevivieron.
«Si bien las autopsias dicen que los bebés dieron potasio elevado, en los bebés fallecidos no especifican que sean por potasio. Lo único que dice es que se pudo haber administrado potasio u otra sustancia», sentenció la enfermera. «Yo no aplicaba inyecciones a los bebés. Yo trabajaba en la parte de obstetricia con las mamás, no con los bebés. Manipulaba jeringas con analgésicos, pero con ellas en el preparto cuando tenían dolores», finalizó Brenda.
El caso que sacudió a Córdoba
Si bien la sucesión de muertes empezó en marzo, el caso se empezó a investigar en agosto, lo que despertó graves sospechas de negligencia y ocultamiento de información. El fiscal Garzón también imputó al ex ministro de Salud por omisión de deberes de funcionario público. Se lo señala por no alertar a tiempo de la situación, a pesar de haber tenido conocimiento meses antes de que se hiciera pública.
Las dos directivas acusadas, en tanto, son Liliana Asís -exdirectora del Hospital- y Marta Gómez Flores -exjefa del área de Neonatología-. Están imputadas también por «omisión de los deberes de funcionario público». También renunciaron a sus cargos el secretario de Salud Pablo Carvajal, el director de Hospitales Capital Esteban Ruffin y la directora de Maternidad e Infancia Marcela Yánover.
Los informes periciales preliminares determinaron que la muerte de dos bebés, nacidos el 6 de junio, ocurrieron por cuadro de «hiperpotasemia». El cuadro fue causado por «por exceso de potasio inyectada de manera intencional», ya que se descartaron otras patologías, error y mala praxis. Debido a la conmoción, el gobernador Juan Schiaretti se reunió con las madres de los niños fallecidos, quienes realizaron múltiples marchas con antorchas para buscar justicia.