(Por Matilde Sera).- Santiago del Estero es hoy una de las provincias donde más reina la anomia en relación al cuidado del medioambiente. Las autorizaciones por desmontes están paradas hace años. No obstante, las denuncias de los vecinos y de las organizaciones no gubernamentales por la tala ilegal para ampliar la frontera agropecuaria se repiten todos los meses. Pero, ampliar la frontera agropecuaria, en las tierras de Gerardo Zamora, trajo aparejado un problema mucho más grave. Se trata del desmonte: la fumigación de áreas urbanas.
Este problema se multiplicó en los últimos años. Tanto es así que el año pasado, la fiscal Indiana Garzón, pidió que se prohíban las fumigaciones sobre una comunidad originaria que habita en la provincia. Hace tiempo que el derrame de agroquímicos sobre zonas pobladas es un problema grave en la provincia. Sin embargo, nunca antes hubo un documento tan contundente como el que presentaron los pobladores de San Roque, en el departamento Jiménez, al norte de la capital santiagueña.
Un video que fue filmado desde una vivienda que colinda con un campo, muestra cómo una avioneta fumigadora pasa sobre las casas. Un segundo video muestra cómo en la misma vivienda, los gallos y gallinas que sirven de sustento a la familia mueren en una cruel agonía. El video fue difundido por el sacerdote Sergio Gustavo Raffaelli que hace varios años vienen denunciando esta situación en la zona norte de Santiago del Estero, provincia dirigida por Gerardo Zamora.
“Acá se han adueñado de las tierras empresarios que apuestan a los agrotóxicos. Muchas veces estos venenos peligrosos llegan a las casas de las familias. Ayer le pasó a la familia de la vecina Norma. Pero es una situación común en esta zona. Estamos en un mar de soja y las comunidades quedaron como pequeñas islas en medio de ese mar», contó el religioso para ilustrar la situación que se vive hoy en varias comunidades de la zona.
El agua
Mientras tanto, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, visitó Santiago del Estero. Lejos de referirse a este tema mencionó la falta de agua en la zona. Justamente, una de las consecuencias más graves de la fumigación sin control es que los químicos usados en los cultivos, se mezcla con el agua de los aljibes y los pozos. Hay que tener en cuenta que esta es la única fuente de este líquido que hay en más de la mitad del territorio santiagueño.