La policía de Brasil anunció este jueves que llevó a cabo allanamientos en varios lugares el país y detuvo al menos a dos personas. Las redadas forman parte de las investigaciones sobre un presunto intento de golpe de Estado durante los disturbios de los partidarios del derrotado presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro.
Las autoridades han estado tomando medidas enérgicas contra una pequeña, pero comprometida minoría de partidarios de Bolsonaro que se niegan a reconocer la victoria electoral del presidente electo de izquierda Lula da Silva. La policía federal dijo que estaba cumpliendo 32 órdenes de registro e incautación en ocho estados bajo órdenes de la Corte Suprema.
Una fuente de la policía federal dijo que dos personas habían sido detenidas, una en Brasilia y otra en Río de Janeiro. «Los delitos investigados son los de daños calificados, incendio, asociación criminal, abolición violenta del Estado de Derecho y golpe de Estado, cuyas penas máximas combinadas ascienden a 34 años de prisión», informó la policía federal en un comunicado.
La tensión sigue alta en Brasil tras las elecciones más tensas en años reciente. El 24 de diciembre, la policía de Brasilia dijo que había frustrado un atentado con bomba. Un partidario de Bolsonaro, vinculado a un grupo de opositores acampado frente al cuartel general del Ejército, confesó haber fabricado el artefacto para provocar una intervención militar, informó Reuters.
La operación de este jueves estaba relacionada con los disturbios del 12 de diciembre, el día en que se certificó la victoria de Lula, cuando algunos partidarios del campamento atacaron la sede de la policía federal e incendiaron coches y autobuses en Brasilia tras la detención de un líder indígena probolsonaro.