Marcelo Longobardi, periodista y conductor de radio, manifestó que el feriado que decretó el Gobierno para festejar el campeonato mundial de la Selección Argentina provocó que disminuyera la producción y se perdieran 90.000 millones de pesos. Por otro lado, Longobardi develó que nunca pasó que un presidente de la Nación no recibiera al seleccionado de su país tras un Mundial.
«Si alguien se le ocurrió que la Selección Argentina podía atravesar la 9 de Julio y llegar al Obelisco esa persona no entendió nunca lo que pasó. Presumo que hubo operativos de seguridad sin una conducción unificada, pero no hay forma de ordenar una manifestación espontanea e imprevista de tanta cantidad de gente. Obviamente hubo molestias de las personas en la General Paz y eso fue un caos que terminó con algunos incidentes en el Obelisco», indicó Longobardi.
«Alberto Crescenti, director del SAME, se quejó con razón de que la gente atacaba las ambulancias… bueno era un grupo de delirantes que rompían los espejitos y objetos salientes. Por otra parte, según la UADE, el feriado nos costó 90.000 millones de pesos en términos de PBI. Es la primera vez que ocurre que un presidente no puede recibir a la selección de su país habiendo salido campeona del mundo… en la Argentina no ocurrió ni con Jorge Rafael Videla», argumentó el exconductor de Radio Mitre.
«Mi hipótesis es que el presidente, Alberto Fernández, no representa a los argentinos en su conjunto. Las imágenes de Lionel Messi esquivando políticos en Ezeiza como esquivaba franceses en la cancha de fútbol son completamente geniales. Lo bien que estuvieron los jugadores (en no ir a la Casa Rosada) para que nadie les robe el mérito del triunfo. Hay que examinar qué es lo que pasa con este presidente argentino en particular y con la política en su conjunto porque estos muchachos salieron rajando para el otro lado», insistió el exconductor de Radio 10.
«Fue la Selección la que se negó directamente a ir a la Casa Rosada para no convalidar un rédito político para ninguna fuerza. Hubo comentarios que sugieren que hubo un quiebre directamente entre Claudio Tapia y Aníbal Fernández, quienes terminaron a los insultos por teléfono. Mucha gente plantea que había una interna entre el presidente de la AFA y Alberto Fernández, porque el mandatario en su momento quiso poner en el puesto de Tapia a un tal Malaspina y Tapia ahora se vengó no yendo a la Casa Rosada… no es una explicación que alcance para explicar este fenómeno», concluyó.