Los residentes de Búfalo utilizaban calefactores portátiles, buscaban autos enterrados en la nieve y buscaban más víctimas el lunes, después de que 28 personas murieran en uno de los peores desastres relacionados con el clima en la historia del oeste de Nueva York, en Estados Unidos.
El resto del país también se estaba recuperando de la feroz tormenta invernal, con otras dos docenas de muertes reportadas en otras partes del país. Hasta este martes, podrían caer hasta 23 centímetros más de nieve en algunas áreas del oeste de Nueva York, informó el Servicio Meteorológico Nacional.
«Este no es el final todavía», dijo el gobernador del condado de Erie, Mark Poloncarz, y calificó la tormenta de nieve como «la peor tormenta probablemente en nuestra vida», incluso para un área acostumbrada a castigar la nieve. Algunas personas, señaló, quedaron varadas en sus automóviles durante más de dos días.
El presidente Joe Biden anunció asistencia federal al estado más afectado. Los que perdieron la vida en Buffalo fueron encontrados en automóviles, casas y bancos de nieve. Algunos murieron mientras paleaban nieve, otros cuando los equipos de emergencia no pudieron responder a tiempo a las crisis médicas, informó Bloomberg.
Los científicos dicen que la crisis del cambio climático puede haber contribuido a la intensidad de la tormenta. «Eso se debe a que la atmósfera puede transportar más vapor de agua, que actúa como combustible», expresó Mark Serreze, director del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de la Universidad de Colorado.
Entre las dos tormentas, los totales de nevadas no están muy lejos de los 242 centímetros que normalmente se ven en el área durante toda la temporada de invierno. El Servicio Meteorológico Nacional informó que el total de nieve en el Aeropuerto Internacional Buffalo Niagara era de 1,25 metros el lunes.