Taiwán anunció que extenderá su servicio militar obligatorio de cuatro meses a un año, una señal para Beijing y Washington de que se toma en serio la defensa. La presidenta Tsai Ing-wen dijo este martes en Taipei que el cambio que se producirá en 2024 es necesario para garantizar el apoyo internacional y que el expansionismo de China amenaza la estabilidad regional.
«Esta fue una decisión extremadamente difícil, pero es inevitable para la supervivencia de Taiwán», expresó junto al primer ministro, Su Tseng-chang, el ministro de Defensa, Chiu Kuo-cheng y otros altos funcionarios. «Mientras Taiwán sea lo suficientemente fuerte, Taiwán no se convertirá en un campo de batalla», agregó.
El gobierno de Taiwán está trabajando con Estados Unidos, su principal respaldo militar, para fortalecer sus defensas contra la posibilidad de una invasión de China, que reclama la isla como parte de su territorio. La semana pasada, los legisladores estadounidenses aprobaron un proyecto de ley de gastos de 1,7 billones de dólares, que incluía 2.000 millones de dólares en financiación de armas para Taiwán.
El compromiso de gasto llevó a China a realizar su mayor demostración de poderío militar desde que realizó ejercicios sin precedentes en la isla tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en agosto. Unos 71 aviones de combate chinos volaron cerca de la isla esta semana, informó Bloomberg.
La ampliación del tiempo de servicio permitiría a las fuerzas armadas reforzar sus filas durante una transición a una fuerza de voluntarios de alrededor de 175 000 efectivos apoyados por reservistas y voluntarios de defensa civil, según un informe del Departamento de Defensa de Estados Unidos de 2021.