Este lunes, Ucrania denunció que Rusia había lanzado una nueva ronda de ataques con misiles, mientras Occidente intentaba limitar la capacidad de Moscú para financiar su invasión, imponiendo un límite de precio al petróleo transportado por mar.
Según NA, las alertas aéreas sonaron en toda Ucrania y los funcionarios instaron a los civiles a refugiarse, de lo que dijeron que era la última oleada de ataques con misiles rusos desde su invasión el 24 de febrero. «Ya se han lanzado misiles», expresó el portavoz de la fuerza aérea, Yuriy Ihnat. No hubo noticias inmediatas de daños o víctimas.
Las fuerzas rusas atacaron nuevamente las instalaciones de energía de Ucrania, en las últimas semanas, ya que enfrentaron contratiempos en el campo de batalla, lo que provocó importantes cortes en la medida que llegaba el invierno. «No ignoren la alarma», advirtió Andriy Yermak, jefe del gabinete presidencial de Ucrania.
Degradar el ejército de Ucrania
Moscú insiste en que los ataques están diseñados para degradar el ejército de Ucrania, pero recibe como respuesta que están claramente dirigidos a civiles y, por lo tanto, constituyen un crimen de guerra. Este lunes entró en vigor un límite de precio de 60 dólares por barril para el crudo transportado por mar ruso.
El G7 y Australia lo acordaron el viernes después de que Polonia, miembro de la Unión Europea, que lo quería aún más bajo, retirara sus objeciones. El acuerdo permite que el petróleo ruso se envíe a terceros países utilizando petroleros del G7 y del bloque europeo, compañías de seguros e instituciones de crédito, solo si la carga se compra por debajo del límite de 60 dólares por barril.
Moscú advirtió que no cumplirá con la medida, incluso si tiene que reducir la producción, mientras que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenskiy, dijo que 60 dólares era demasiado alto para detener el ataque de Rusia. Ambas partes informaron de bajas por ataques durante la noche del domingo.