El Senado de Uruguay aprobó la noche del martes, con el voto de la bancada oficialista, una polémica reforma previsional. Un proyecto que ha originado una férrea resistencia en la oposición de izquierda y en el movimiento sindical. A partir de este miércoles comenzará a ser debatido en particular en la misma cámara.
El proyecto, que entre otras cosas, contempla un aumento de la edad jubilatoria, logró el voto de la bancada del oficialismo luego de no pocas negociaciones, ya que los legisladores del derechista Cabildo Abierto (CA), uno de los partidos incluidos en la alianza que llevó a la presidencia a Luis Lacalle Pou, presentaron diversos reparos, informó Télam.
Entre otros puntos, el proyecto amplía la edad de jubilación hasta los 65 años, en una escala vinculada con la fecha de nacimiento. También dispone un tratamiento especial que incrementa los beneficios a familias que incluyan hijos con discapacidad. Además, permite a las personas jubiladas mantener un empleo y dispone de un «suplemento solidario» para los haberes más bajos.
El oficialismo alcanzó la aprobación en general del proyecto luego de sortear además diversos contratiempos. Uno de ellos, fue el de no contar con quorum por distintas circunstancias que atraviesan algunos de sus legisladores, lo que fue cuestionado por el opositor Frente Amplio (FA).
Rechazo de la central sindical
El proyecto fue rechazado también por la central sindical PIT-CNT. El pasado 15 de noviembre miles de trabajadores respondieron a la convocatoria de la central única sindical de Uruguay. Llamaron a una manifestación frente al Congreso como cierre de un paro general de cuatro horas en rechazo a la iniciativa.
Bajo la consigna «Que no te roben el futuro», PIT-CNT marchó desde la explanada de la Universidad de la República hasta el Palacio Legislativo, donde el titular de la central obrera, Marcelo Abdala, rechazó la iniciativa que ofrece «jubilarnos más tarde, trabajar más y cobrar menos».
«Este proyecto es Robin Hood al revés, es el modelo de la desigualdad, es sacarle al de abajo para darle al de arriba. No cambia en absolutamente nada la financiación. Parten de la base de un presunto déficit en la seguridad social, pero no tocan la financiación, porque no están dispuestos a hacer lo que hay que hacer, que es gravar directamente a la riqueza de este país», criticó Abdala.