El día miércoles empezó tenso para el presidente Alberto Fernández, ya que volvió a recibir un reproche durante un acto público. Durante la inauguración del Hospital Modular de Los Cardales, el primero que tiene la localidad bonaerense de Exaltación de la Cruz, recibió varios gritos mezclados entre las bienvenidas. Estos resultaron ser quejas por el uso de agroquímicos y las fumigaciones en los campos.
El jefe de Estado aprovechó la disputa entre Nación y CABA por el fallo de la coparticipación para responder contra el reproche. Al destacar la necesidad de una igualdad de oportunidades en todo el territorio, mencionó que «hay que escucharnos, no gritarnos». Y amplió: “Escuchaba quejas por el uso de agroquímicos. Son temas que se debaten en el mundo, pero no es necesario hacerlo de ese modo”.
“Tenemos que aprender, ahora que hay más silencio, a hablarnos en voz baja”, dijo. En clave política, continuó con su postura: “Hay que plantear nuestras diferencias en voz normal, sin necesidad de maltratarnos. Ya demasiado nos maltratamos como país, no hace falta maltratarnos más. Recuperemos la convivencia democrática ahora que vimos lo que pasó en Brasil. No todos tenemos que pensar igual”.
Alberto Fernández también se refirió puntualmente al hombre que le gritó desde el fondo para sacar sus propias conclusiones. «Estoy seguro que el compañero que se quejaba por el uso de agroquímicos lo hacía honestamente, equivocado en modo, pero lo hacía honestamente. Tal vez haya que escucharlo, pero no hay que hacerlo de ese modo”, indicó.
Alberto Fernández también hizo reproches
Las quejas no partieron solamente de los espectadores. El propio presidente volvió a volcar sus reproches hacia el ex presidente Mauricio Macri al subrayar la cantidad de camiones que veía circular por las rutas cercanas al nuevo hospital. «En esos camiones hay producción argentina, hay trabajo argentino. Esos camiones, en los tres años precedentes a nuestro Gobierno, no circulaban. No había producción, no había trabajo», resaltó.
Posteriormente, redobló sus críticas a la oposición: «No quiero que los confundan y les hagan creer que somos un país de cuarta. Somos un pueblo, tal vez el más resiliente, que se ha puesto de pie mil veces tras haber enfrentado mil problemas». Sobre ello, agregó que «no deja un segundo de pensar en la inflación» y marcó la importancia del rol del Estado.
“Algunos creen que el mercado todo lo arregla, otros sabemos que no es así, que las sociedades necesitan de un Estado que tienda la mano para hacer esto. No lo vino a hacer el mercado. Esto no es un negocio, es una necesidad, es un derecho de ustedes; y el derecho de ustedes lo da el Estado, no los empresarios privados”, indicó.
Para cerrar, Fernández se mostró convencido de que su gestión dejó «los cimientos armados para que la Argentina crezca». “Aprovechemos la oportunidad que tenemos cuando estamos haciendo los cimientos, seamos capaces de diseñar la casa del futuro. En esa casa seamos capaces de decirle al que insulta: ‘No hace falta que insultes’. Ser capaces de escucharnos en las diferencias y volver a unirnos. Ninguna sociedad puede progresar si no se une en la búsqueda de los ideales”, concluyó.
