El Gobierno de Colombia suspendió un cese al fuego con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). A su vez, ordenó reanudar la ofensiva militar contra ese grupo mientras se acuerda suspender las hostilidades en medio de las negociaciones de paz, anunció este miércoles el ministro del Interior, Alfonso Prada.
La suspensión del cese bilateral al fuego, menos de cuatro días después de haberse dado a conocer, supone un revés en los planes del presidente Gustavo Petro para alcanzar una paz total que ponga fin a casi seis décadas de un conflicto armado que dejó 450.000 muertos solo entre 1985 y 2018, además de millones de desplazados.
Petro anunció antes del Año Nuevo que había acordado un cese al fuego bilateral con cinco grupos armados ilegales por seis meses. También incluye a una facción de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no se acogió a un acuerdo de paz del 2016, a otra que en 2019 regresó a la lucha armada. Así como a las bandas criminales del Clan del Golfo y las Autodefensas de la Sierra Nevada.
Pero el ELN negó el martes haber acordado un cese al fuego bilateral con el Gobierno. Aseguró que un decreto expedido por el mandatario era solamente una propuesta para ser examinada en la mesa de negociación. «Hemos decidido suspender los efectos jurídicos del decreto y en el siguiente ciclo se reactivaría el diálogo sobre ese particular», expresó Prada, según replico Reuters.
«Dada la voluntad de paz expresada por el ELN y mientras se estudia en la mesa de diálogo el protocolo del cese bilateral, invitamos a esa organización a declarar una tregua verificable en respuesta al imperativo llamado de las comunidades de mantener el cese bilateral y la no violencia en sus territorios», explicó.