Este lunes comienza en Nueva York, Estados Unidos, el juicio oral contra Sayfullo Saipov, el terrorista uzbeco acusado del atentado del 31 de octubre de 2017 donde murieron ocho personas, entre ellas cinco argentinos. Las audiencias se realizarán en la Corte del Distrito Sur de Nueva York ante el juez Vernon Broderick. Se espera saber qué decisión se tomará respecto a su condena: prisión perpetua o pena de muerte.
Aquel atentado terrorista fue uno de los más importantes luego del ocurrido en septiembre de 2001 con las Torres Gemelas, acorde precisó NA. Sayfullo Saipov está acusado del crimen de ocho personas luego de haberlos atropellado con un camión que había alquilado en un local de Home Depot. La reconstrucción y pericias del hecho dieron cuenta que Saipov irrumpió sobre la ciclovía ubicada al costado de West Side Highway en Lower Manhattan y allí atropelló a las personas que andaban en bicicleta.
¿Quiénes eran los cinco argentinos?
Los cinco argentinos que murieron en el lugar eran ex compañeros del Colegio Politécnico de Rosario que habían ido a disfrutar de unos días en Nueva York. Ellos eran Hernán Mendoza, Diego Angelini, Alejandro Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi.
Desde un comienzo, los familiares de todas las víctimas se pusieron al hombro el pedido de justicia contra el terrorista acusado del atentado. Por este motivo, desde hace algunos días se encuentran en la ciudad estadounidense para presenciar el juicio. Una de ellos es Ana Evans, la viuda de Mendoza. Estará junto a sus hijos y su abogado Juan Félix Marteau, experto en temas vinculados al combate del terrorismo.
Sobre el criminal
Sayfullo Saipov nació en Uzbekistán y desde 2010 decidió erradicarse en Estados Unidos. En su declaración frente a la Policía, el terrorista manifestó «estar bien por lo que había hecho». Antes del atentado había querido colocar banderas de ISIS en las partes delantera y trasera del camión. Es importante destacar que la resolución del Tribunal sobre su condena marcará un precedente. La última vez que se ejecutó la pena de muerte en Nueva York fue en 1953 contra una pareja casada acusada de conspiración para cometer espionaje para la Unión Soviética durante la Guerra Fría.