El juicio oral por el crimen de Fernando Báez Sosa ya se encuentra en la etapa de alegatos. Durante el miércoles 25 de enero, la fiscalía y la querella, encabezada por Fernando Burlando, realizaron sus descargos y pidieron cadena perpetua para los ocho rugbiers. El 31 del mismo mes se espera la sentencia del tribunal, aunque antes Hugo Tomei realizará el alegato de la defensa por el suceso ocurrido en Villa Gesell.
Es previsible que la mayoría de los acusados terminen en prisión, más allá de la cantidad de años que reciban. En cualquiera de las alternativas, el destino de ellos sería el mismo: Sierra Chica. Se trata de una cárcel que tomó mucha relevancia en las últimas horas porque sería donde trasladarían a los rugbiers para que cumplan con sus condenas.
Se trata de un establecimiento penitenciario de máxima seguridad, además de ser una de las cárceles más antiguas del país. Allí dentro se alojan unos 3.000 presos distribuidos en tres unidades: N° 2, N° 38 (régimen semiabierto) y N° 27 (régimen semiabierto y abierto). Posee 12 pabellones, con capacidad para 140 presos cada uno, y otros 4 que alojan hasta 60 internos.
Allí mismo cuentan con talleres y cursos para aprender diferentes oficios como chapa y pintura para el automotor, mecánica, herrería general, carpintería y construcción de cepillos. Las celdas son de 3,75 metros de largo, 1,80 de ancho y 3,60 de alto. En cuestiones características, son similares a las del penal de Melchor Romero, donde hasta ahora estuvieron los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa.
El pedido de los rugbiers
Por su parte, la defensa de los imputados realizará un pedido ni bien se sepa la condena. El abogado quiere que sus defendidos sean derivados al penal de Campana, unidad 57, según NA. Allí hay mayoría de detenidos menores de 22 años y, como detalle a tener en cuenta, está alojado un joven Pertossi acusado de robo. Así, los familiares realizarían un solo viaje y mantendrían los lazos que poseen en el establecimiento.