El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa está llegando a su definición. A menos de diez días de que se conozca la sentencia para los ocho acusado de asesinar al joven Villa Gesell, comienza una semana definitoria. Entre el miércoles y jueves se llevarán a cabo los alegatos de la querella, la fiscalía y la defensa de los imputados.
En Dolores se viven semanas de mucha tensión por el juicio a los ocho rugbiers acusados de terminar con la vida de Fernando Báez Sosa a causa de un ataque en manada. Después de tres semanas repletas de testimonios, se acercan dos jornadas determinantes para el desenlace del proceso. Los alegatos serán la próxima instancia.
Por el Tribunal Oral en lo Criminal 1° (TOC 1) pasaron testigos, policías, bomberos, peritos, familiares, amigos de la víctima y los acusados para acercarse cada vez más al veredicto. Los últimos días de las audiencias también se animaron a hablar los rugbiers. Lejos de responsabilizarse de los hechos, intentaron justificar su accionar catalogando los sucesos como «pelea».
Para el 25 y 26 de enero está pactado que se expida la querella, la fiscalía y la defensa. Se estima que por el lado de la querella tome la palabra el abogado de la familia, Fernando Burlando. Acompañado de su equipo, el letrado pedirá que se los juzgue con la máxima pena que permite el Código Penal, la cadena perpetua. Esto significaría que los imputados tengan que estar recluidos 35 años.
La fiscalía, representada por Juan Manuel Dávila y Gustavo García, seguirá los mismos pasos que la querella y exigirá que se los juzgue en el marco de un “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”. Ambas partes reiterarán el pedido que hicieron el 2 de enero, cuando inició el juicio.
Por último tendrá la palabra Hugo Tomei, abogado defensor. El representante de los ocho rugbiers tendría en mente argumentar que fue un «homicidio en riña«. En caso de que el Tribunal tenga en cuenta la explicación del letrado, la sentencia podría ir de 2 a 6 años de prisión, informó NA. Como consecuencia los rugbiers quedarían excarcelados por haber cumplido la mitad de la condena.