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SOCIEDAD

Crimen de Fernando Báez Sosa: qué dice el lenguaje corporal de los rugbiers durante el juicio

El lenguaje corporal de los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa deja en evidencia su abatimiento.

Fernando Báez Sosa

El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa comenzó su segunda semana de audiencias. Durante los próximos días los médicos forenses y peritos declararán ante la jueza que está recopilando toda la información del caso ocurrido en Villa Gesell. Mientras tanto, los ocho rugbiers mantienen su postura de no hablar, aunque su lenguaje corporal viene hablando por sí solo.

Durante la primera semana, los imputados utilizaron barbijos, aunque ahora aparecieron sin ellos y sus expresiones quedaron en evidencia. A lo largo de las seis jornadas se los ha visto casi inmóviles a los acusados y Hugo Lescano, director del Laboratorio de Investigación en Comunicación No Verbal y perito en Lenguaje Corporal del caso Belsunce, los analizó.

«Los mamíferos nos quedamos quietos cuando tenemos miedo. Si no hay movimientos, es el reflejo de dicha emoción tanto grupal como individualmente. Con el tapabocas los jóvenes ya habían expresado sus emociones de una forma muy clara. Tenían los ojos entornados, por ejemplo, Lucas Pertossi reflejaba abatimiento, resignación. Otro caso, el de Blas Cinalli, tenía los párpados elevados», especificó a NA.

Seguido a esto, explicó que ahora «sin los barbijos se pudo observar aún mejor que la mayoría está con la mirada hacia bajo y al centro, lo que demuestra ser la primera vez que se dejan ver emociones autorreferenciales que son negativas y que se relacionan con la vergüenza por el hecho o las circunstancias en las que fueron fotografiados. Antes capaz, eran reacciones más del desafío y la ira, pero ahora empiezan a aparecer de lo que ellos sienten», agregó.

¿Fueron enseñados?

En este marco de análisis, el especialista sostuvo que, quizás, alguien les enseño como actuar ante estos casos para no dar indicios de sus emociones. «Advierto que si fue así fueron muy mal enseñados porque lo peor que pueden hacer es mostrar que no les importa«. Además, se sorprendió que «todos tienen la boca cerrada, los labios sellados, algo a tener en cuenta porque pensemos que ellos nunca hablaron por ningún medio. Nos indica que no tienen expectativas de lo que va a ocurrir porque ya lo saben, no tienen ni siquiera una leve emoción de esperanza«.

Por último, tomó el caso específico de Lucas Pertossi y sostuvo que no está de acuerdo o ya no se siente parte del grupo que mantiene un pacto de silencio. «Se inclina hacia delante para no tocar a la persona de su derecha. Cuando estamos en grupo, esto se ve a partir de la proximidad del entorno porque el cerebro no nos deja elegir racionalmente, nos gana de mano», concluyó.