La presidenta de Perú, Dina Boluarte, pidió el martes una «tregua nacional» a los manifestantes, en medio de protestas extendidas que están dejando daños a la infraestructura y pérdidas en la producción por un equivalente a unos 1.282 millones de dólares.
Boluarte, que enfrenta pedidos de renuncia en las protestas, expresó que «el enojo es grupos legítimos por una serie de demandas sociales postergadas», pero sostuvo que «radicales y bandas criminales están aprovechando el descontento social para generar el caos».
Las protestas, que han dejado 55 muertos por enfrentamientos y accidentes de tránsito vinculados a los disturbios, comenzaron en diciembre con la destitución y arresto del expresidente izquierdista Pedro Castillo, que intentó de forma ilegal disolver el Congreso y reorganizar el Poder Judicial.
«Llamo a una tregua nacional para entablar una mesa de diálogo y fijar una agenda común por cada región y desarrollar nuestro pueblo», expresó Boluarte. Las manifestaciones se han centrado principalmente en las regiones del sur, donde operan grandes empresas mineras y se han registrado además casi todas las víctimas mortales durante los violentos enfrentamientos con la policía y el Ejército, informó Reuters.
«Estamos buscando a los gobernadores para conversar con nosotros, pero a los del sur los tienen chantajeados», agregó. La mandataria manifestó que las pérdidas disminuyeron a unos 3.000 millones de soles en daños a la infraestructura y 2.000 millones de soles en pérdidas de la producción nacional.
Durante las protestas, los manifestantes han bloqueado decenas de carreteras, incendiado entidades públicas y privadas y en algunos obligados al cierre de algunos aeropuertos. Tres minas de cobre han sufrido ataques y bloqueos en el denominado «corredor minero en los Andes». Perú es el segundo mayor productor mundial de cobre.