A tres años del crimen de Fernando Báez Sosa y con epicentro en Dolores, se realizó un emotivo y multitudinario homenaje. Con la participación de miles de personas y el reclamo de sus padres, Silvino y Graciela, de “justicia, no venganza”, se realizaron el miércoles diferentes actos para recordar al joven que murió tras un ataque por parte de un grupo de rugbiers, de los cuales ocho están juzgados, en enero de 2020 en Villa Gesell.
En Dolores, donde los acusados están sometidos a juicio, los padres de Fernando presidieron el acto que en forma de ceremonia interreligiosa se realizó en el anfiteatro de la localidad bonaerense. “Justicia es Perpetua”, rezaban la mayoría de los carteles que portaba la gente, mientras una enorme foto del joven asesinado dominaba el escenario, según un cable de la agencia NA.
Graciela fue la encargada de encender las primeras velas, antes de que se pronuncie una oración, con el acompañamiento de la luz de celulares. Y en la plaza de Dolores se sembró un árbol de jacarandá, “para que recordemos siempre a Fernando”. Tras finalizar el oficio religioso, los padres de Fernando tomaron la palabra y coincidieron en pedir “justicia, no venganza”, y en ese sentido, Silvino indicó que “ojalá haya un castigo ejemplar”.
“Necesitamos justicia para seguir adelante. Es muy difícil vivir así, cada mañana cuando me levanto siento como si tuviera una bolsa muy pesada en mi espalda”, añadió. Por su parte, Graciela recordó que al irse de vacaciones a Villa Gesell en enero de 2020, su hijo le dijo que “era la última vez, porque después iba a empezar la facultad y seguramente sus amigos iban a tomar otros rumbos. Pero nunca pensé que no regresaría”.
“Estamos vacíos, la vida se terminó para nosotros, ya no hay fiestas ni cumpleaños, ni nada. Estamos acá para pedir Justicia y que los responsables paguen por lo que hicieron”, agregó. Asimismo, la mujer agradeció a los presentes en el anfiteatro y remarcó que “por ustedes estamos de pie, lo único que quiero es que mi hijo descanse en paz. Desde el día que Fernando murió el tiempo se detuvo para nosotros”.
También hubo movilizaciones en otras ciudades
Al mismo tiempo, también se realizaba una misa en Villa Gesell, frente al boliche Le Brique, en cuya entrada falleció Fernando tras el ataque. En tanto, actos similares se desarrollaron en el barrio porteño de Recoleta, donde él joven vivía con sus padres, y también en Mar del Plata y Zárate, de donde son oriundos los acusados. En Zárate, los vecinos realizaron una caminata, con pancartas y velas, para sumarse al pedido de justicia por Fernando.