Este jueves, el ejército de Israel mataron a siete hombres armados y dos civiles en una redada en una ciudad conflictiva en la Cisjordania ocupada, explicaron funcionarios palestinos, lo que generó temor a nuevos estallidos después de la mayor cifra de muertos en años de lucha.
Mediadores árabes y de la ONU manifestaron que estaban en conversaciones con facciones israelíes y palestinas con la esperanza de evitar una escalada después del enfrentamiento en Yenín, entre las áreas del norte de Cisjordania, que han visto una intensificación de las operaciones israelíes en el último año.
El ejército israelí explicó que envió fuerzas especiales a Yenín para detener a miembros del grupo armado Yihad Islámica sospechosos de haber llevado a cabo y planear «múltiples ataques terroristas importantes», disparándoles a varios de ellos después de que abrieron fuego.
La Yihad Islámica manifestó que dos de sus hombres murieron luchando en el ataque inusualmente profundo en el campo de refugiados de Yenín, un bastión militante. Cuatro hombres armados asesinados fueron reclamados por Hamas, otro por un brazo armado de la facción Fatah del presidente palestino Mahmoud Abbas, informó Reuters.
«Nos pusimos en contacto con los mediadores y les dijimos que lo que está ocurriendo en Yenín es una guerra israelí contra el pueblo palestino y que no se detiene en Yenín. Si continúa, puede que no se limite a Yenín», expresó un representante de la Yihad Islámica.
El Ministerio de Sanidad palestino describió las víctimas mortales de Yenín como una anciana y ocho hombres. No se dispuso de inmediato de más detalles sobre sus identidades. Según el ministerio, al menos 29 palestinos, entre hombres armados y civiles, han muerto a manos de las fuerzas israelíes en Cisjordania desde el 1 de enero.