Reino Unido y la Unión Europea se comprometieron a continuar trabajando en un acuerdo posterior al Brexit para Irlanda del Norte. Pero no anunciaron formalmente una fase final de negociaciones. El secretario de Relaciones Exteriores británico, James Cleverly, y el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, expresaron que necesitan encontrar «soluciones juntos para abordar de manera integral las preocupaciones de la vida real de todas las comunidades en Irlanda del Norte».
Los diplomáticos «acordaron que este trabajo de alcance para posibles soluciones debe continuar con un espíritu constructivo y de colaboración. Teniendo en cuenta cuidadosamente los intereses legítimos de cada uno», según un comunicado. Un acuerdo resolvería una prolongada disputa sobre el Protocolo de Irlanda del Norte.
El protocolo se redactó para evitar una frontera terrestre en la isla de Irlanda, colocando efectivamente una frontera en el Mar de Irlanda y permitiendo que Irlanda del Norte permaneciera en el mercado único del bloque. Las expectativas de un mayor progreso se han ido acumulando desde la semana pasada, cuando el bloque acordó utilizar una base de datos de Londres en tiempo real para rastrear las mercancías que cruzan la frontera marítima de Irlanda.
Este sería un avance que sienta las bases para un acuerdo aduanero más amplio, informó Bloomberg. La declaración de este lunes sugiere que las conversaciones avanzan en una atmósfera positiva. Pero su lenguaje cauteloso pone en duda que ambas partes están tratando de manejar las expectativas en público, incluso si en privado son optimistas.
Las dos partes quieren llegar a un acuerdo en febrero, antes del aniversario del acuerdo de paz de Belfast de 1998. Cualquier acuerdo también podría poner fin a un enfrentamiento político que impidió que Irlanda del Norte formara una administración descentralizada frente a las continuas objeciones al protocolo por parte de los unionistas.