En el marco del inicio de la tercera semana del juicio contra los rugbiers acusados por matar a Fernando Báez Sosa, en Villa Gesell, hubo fuertes momentos. El lunes ya era todo un acontecimiento la declaración de Juan Guarino y Alejo Milanesi. Ambos sobreseídos por no ser reconocidos como actores del atroz hecho. Asimismo, lo que dejó sorprendida a toda la sala de audiencia fue la palabra de Máximo Thomsen.
Este lunes, en el Tribunal de Dolores, hubo un fortísimo momento y sucedió cuando tomó la palabra Máximo Thomsen. Uno de los rugbiers más comprometidos pidió prestar declaración ante los magistrados. Uno de los detonantes para que el imputado hiciera su descargo fue el testimonio de su madre, Rosalía Zárate, quien aseguró haberse enfermado por la situación.
“Jamás en la vida tuve intención de matar a nadie porque vengo escuchando todos los días que yo organicé, que soy líder. Era una persona contra muchos”, declaró el más comprometido por el asesinato. Agregó que llegaron a Le Brique luego de haberse “mamado” con sus amigos en la playa y que algunos empujones en la barra marcaron los hechos de violencia.
El acusado insistió de que se trató de una pelea y que lejos está de rememorar con certeza lo que hicieron la noche del 18 de enero del 2020: “No tengo buenos recuerdos de ese momento, recuerdo que vi un poco de gente y uno de mis amigos yendo al lugar y fui a meterme porque había mucha gente”, señaló Máximo Thomsen a la Justicia.
Tras el asesinato, narró cómo siguió su itinerario de aquella madrugada: “Llegué primero a la casa, me puse ropa cómoda porque tenía la camisa rota, me cambié y esperé, y cuando llegan los demás, empezaron a comentar de la pelea y a lo último llega otro de los chicos y dice que creo que termino mal, y yo le dije capaz te estas confundiendo con otra pelea, si fueron segundos. No sé quien me dice de ir a comer, y agarré con Lucas y fui a Mc Donalds, volví y me dormí”, expuso.
Asimismo admitió que no sabía que había muerto una persona en y que eran responsables. Según NA y su explicación, fueron notificados cuando la policía de Villa Gesell los detuvieron. “Yo ahí empecé a vomitar, no lo creía”, recordó Máximo Thomsen, quien había roto en llanto luego de escuchar a su madre.