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SOCIEDAD

Juicio por Fernando Báez Sosa: el padre de los Pertossi declaró que «sus hijos no son asesinos»

Lucas Pertossi indicó hace unos días que no estaba en el lugar. Ciro, su hermano, dijo que propinó «piñas y patadas», pero cuando Fernando Báez Sosa estaba en el suelo.

Fernando Báez Sosa

Mauro Pertossi, el padre de Ciro y Luciano, dos de los rugbiers implicados en el crimen de Fernando Báez Sosa, aseguró que sus hijos «no son asesinos». El hombre declaró este martes al frente del Tribunal Oral en lo Criminal de Dolores (TOC 1). Además de prestar declaración, se quebró al relatar lo que vive desde que sus hijos están directamente implicados en la causa.

«Mis hijos no son asesinos, son chicos, son adolescentes, son vagos como le decimos, pero no puedo creer por lo que se les está acusando», dijo Pertossi, según NA. Conmovido por la situación, en la audiencia fue advertido que podía abstenerse de declarar en contra de sus hijos. Además, es tío de Blas Cinalli y Lucas Pertossi, dos de los otros acusados.

Pertossi contó que, después del episodio ocurrido hace casi tres años, fue desvinculado de su trabajo en Toyota, donde trabajaba desde hacía 25 años. «Hemos pasado necesidades. No consigo trabajo y el sostén de mi familia es mi esposa. Las cosas no salen bien, he recibido amenazas, están hechas las denuncias», declaró.

«Es una desgracia. Uno cree que las cosas están encaminadas en la vida, llega esto y no sé qué pensar. No puedo creer que estemos viviendo este momento», cerró. Fernando Burlando no le hizo preguntas, al igual que tampoco lo hizo la Fiscalía. Mientras eso ocurría, se observó llorar a Ciro Pertossi, quien en el arranque de la jornada del martes pidió la palabra para manifestar que «no le pegó la patada» a Fernando Báez Sosa porque «cuando lo vio en el piso, frenó».

Luego, le tocó el turno de declarar a Eduardo Benicelli, papá de Matías, quien también se quebró durante su declaración. «Nunca imagine pasar una situación así», relató «Fueron tres años de mucho dolor, hay mucho dolor. No hay día que no me levante con insultos», expresó el hombre cuya declaración estuvo atravesada por el llanto. Y continuó: «Es un dolor terrible para todos y es terrible lo que se dice».