En las últimas horas trascendió una supuesta lista de 13 objetivos de vida que se había propuesto Fernando Báez Sosa antes de su muerte en enero de 2020 en Villa Gesell. La misma se hallaba en un cajón en el cuarto del joven y la encontraron sus padres, Graciela Sosa y Silvino Báez, junto a su novia, Julieta, días después del crimen cometido por los ocho rugbiers a los que se está juzgando en el Tribunal en lo Criminal 1 de Dolores.
“Siempre ser como soy con todos”, era una de las metas que Fernando se había propuesto hacer para su futuro y la nómina estaba escrita de puño y letra, según un cable de NA. Luego de su asesinato, Julieta, Graciela y Silvino revisaron el cuarto del joven y en uno de los cajones encontraron una lista con trece objetivos de vida para lo que sería un año más que difícil ya que iba a iniciar la facultad.
El primero de los objetivos era participar de un proyecto solidario en escuelas del conurbano, lo que se relaciona mucho al fin inculcado que sus padres y el colegio Marianista en Caballito le habían enseñado. Tanto el segundo como el tercero estaban relacionados a sus amistades, como afianzar su grupo de amigos y mantenerlo. Asimismo, buscaba seguir trabajando, ahorrar y viajar.
Los objetivos de vida de Fernando Báez Sosa
Sin lugar a dudas, cuando se dio a conocer este hallazgo, todo se tornó más doloroso porque Fernando pretendía dejar de lado la fiesta de último año de la escuela secundaria para pasar a tener nuevas responsabilidades junto a sus afectos más cercanos. A continuación, los trece puntos que conforman la lista. El primero era “participar del proyecto solidario ‘Servir’, para colaborar con escuelas del Conurbano”.
Seguidamente, “afianzar mi grupo de amigos y mantenerlo”; “siempre ser como soy con todos”, decía el tercero, mientras que el cuarto punto proponía “madurar” con su “decisión universitaria”. Luego, “seguir trabajando”, y “con la carrera”, al tiempo que le “vaya bien”. Por último, se proponía “viajar”, “concentrarse más”, “ahorrar”, “dejar el celular”, “apagar la computadora y la tele”, “estudiar” y por último, “participar de los viernes de caridad”.
El juicio
Luego de trece audiencias de testigos en el juicio oral contra los ocho rugbiers, el próximo 25 de enero comenzarán los alegatos por parte de la querella y la fiscalía, mientras que al día siguiente lo hará la defensa. Tras la lectura de los alegatos, el Tribunal decidirá qué pena les otorgará a cada uno de los acusados. Todos, al tener la misma imputación, podrían recibir prisión perpetua, pero eso puede ser diferente si los jueces modifican alguno de los cargos.