Durante las últimas semanas salieron a la luz una serie de conversaciones privadas entre jueces y fiscales con Marcelo D’Alessandro, ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. A raíz de este escándalo, fue denunciado penalmente y horas después pidió licencia de su cargo. Desde Juntos por el Cambio lo respaldaron al punto tal que Felipe Miguel, su reemplazante, culpó al Gobierno.
El jefe de gabinete porteño remarcó que «este episodio producto de una operación ilegal. Atacan derechos esenciales de las personas, como son la privacidad, la intimidad, la libertad misma. Tenemos que preocuparnos cuando estas cosas pasan«. Así, expuso la posibilidad de qué desde el Gobierno, el Frente de Todos, espiaron ilegalmente al dirigente macrista.
En este mismo sentido, Felipe Miguel denunció que a raíz de la aparición de los chats ocultos, quedó en evidencia «la operación ilegal, el hackeo y también la adulteración» de las conversaciones. Mientras tanto, D’Alessandro no entregó su teléfono a la Justicia para que realice un peritaje y verifique si, efectivamente, se trata de un hecho falso, como denunciaron en Juntos por el Cambio.
Además, el jefe de gabinete porteño remarcó que con esta «operación ilegal hay un daño que se le hace a la persona y a la familia» que también sería damnificada. Las conversaciones en cuestión hablan de negocios entre el funcionario de Seguridad y los jueces, además de un viaje a Lago Escondido de manera oculta que salió a la luz en las últimas semanas.
Felipe Miguel ocupa su lugar
Con el pedido de licencia de Marcelo D’Alessandro, Felipe Miguel tomó el lugar en la cartera de Seguridad, aunque no se adjudicó ser su reemplazante. «Lo estamos acompañando en esto y mientras tanto seguimos trabajando sin ningún reemplazo, por supuesto, y con todo el equipo que está funcionando en el Ministerio», concluyó el funcionario porteño en Radio Rivadavia.
