Pericias faciales, chats y pacto de silencio roto: qué dejó la segunda semana del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa SOCIEDAD El Intransigente

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Pericias faciales, chats y pacto de silencio roto: qué dejó la segunda semana del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa

Qué sucedió en cada jornada de la segunda semana del juicio contra los rugbiers acusados del asesinato de Fernando en Villa Gesell.

Cerca de las 11.00 de este viernes, el Tribunal de Dolores concluyó el décimo día y la segunda semana del juicio oral contra los ocho rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa. En lo que se esperaba que sean jornadas más técnicas, donde Hugo Tomei tendría la posibilidad de revertir la causa, todo se tornó revelador. Esto fue gracias a las distintas pericias que se explicaron, faciales y de chats, además de la fisura del pacto de silencio entre los juzgados.

La semana inició con el visto bueno de los jueces a que fotógrafos y las cámaras de televisión ingresen a la sala del Tribunal en lo Oral Criminal 1 para mostrar una nueva imagen de los rugbiers, esta vez sin barbijos. Aun así, lo que más caracterizó la semana del juicio fue la breve declaración del acusado Luciano Pertossi: “Yo no estaba ahí”, manifestó el joven luego de que se confirmara su presencia golpeando a Fernando y a sus amigos.

Qué pasó el lunes 9 de enero

La jornada comenzó con el testimonio de Carolina Giribaldi Larrosa, médica generalista que acudió al lugar del ataque para atender a Fernando. Allí confirmó que la víctima no tenía signos vitales: “No hay posibilidad que sobreviva un paciente a la hemorragia cerebral masiva que tuvo Fernando. Esto generó un paro cardiorrespiratorio irreversible. No había estímulo”.

Luego continuó el relato de Diego Duarte, médico forense que le practicó la autopsia a Fernando. En su declaración se mostraron las fotografías del análisis y explicó que “murió producto de un traumatismo grave de cráneo producto de múltiples golpes. No fue solo un golpe, es una sumatoria de todas las lesiones que tuvo en diversos órganos”, consignó NA.

Qué pasó el martes 10 de enero

Fue uno de los días claves de la semana ya que un perito de la Policía Federal Argentina (PFA) mostró los chats que hubo entre los rugbiers antes y después del crimen. Entre ellos se destacan los mensajes que se sustrajeron de los celulares de Matías Benicelli, Juan Pedro Guarino –acusado y detenido inicialmente, y sobreseído al cabo del primer mes de detención–, Ciro y Lucas Pertossi y Blas Cinalli.

Entre los chats los más elocuentes y que ponen en jaque el ataque son: “Nos peleamos, ganamos contra unos chetos, los rompimos. Nos vamos al centro a premiar”, “Yo lo único que quiero es tomar un vino y fumar flores”, “Chicos no se cuenta nada de esto a nadie”. Después de la extensa declaración, continuaron otros peritos que sostuvieron con pruebas que la huella en la cara de Fernando pertenece a la zapatilla Cyclone que utilizó Máximo Thomsen.

Qué pasó el miércoles 11 de enero

Fue el turno de los peritos que hicieron investigaciones en las prendas de los acusados. Se constató que se incautaron más de 50 prendas de los acusados y que al menos 10 presentaron manchas hepáticas. A su vez confirmaron que Fernando no tenía alta graduación alcohólica al momento del ataque y asesinato: “Se recibieron tres muestras de sangre de la víctima, en correctas condiciones”, comenzó el informe.

Y concluyó: “Se peritó una sola de ellas y dio positivo de alcoholemia con 0,7 gramos por litro y negativo el análisis toxicológico”. Ese día, y al haberse tratado de una corta jornada, los rugbiers recibieron a sus familiares en el Penal de Dolores, a excepción de Blas Cinalli, de quien se conoció que ningún familiar lo visitó desde que está acusado del hecho. En un encuentro que duró dos horas los acusados recibieron ropa y comida.

Qué pasó el jueves 12 de enero

Se trató de una audiencia con muchos hilos importantes para la causa. Al comienzo declararon cuatro peritos de la PFA especialistas en análisis facial y que permitieron ponerle nombre a cada una de las personas que aparecían en los videos. Con esta investigación se pudo colocar en donde estaba cada uno de los acusados al momento del asesinato de Fernando: “De las tres cámaras del boliche Le Brique, la de la cocina reunía las mejores condiciones para cotejo facial y para la vestimenta. Este evento fue el disparador para el resto de las cotejaciones”, explicaron.

El quiebre del «pacto de silencio»

Se corroboró que se identificó a siete de los rugbiers pegándole a Fernando en el piso. Aun así, la jornada dio un giro 360 cuando uno de los acusados, Luciano Pertossi, decidió declarar y fisurar el pacto de silencio. Se constató que, en todo momento durante la proyección de los videos, en donde se confirmó su presencia en el ataque, estaba nervioso por lo que se paró, habló con su abogado Hugo Tomei y luego pidió la palabra.

“Quiero aclarar algo, ¿lo hago? yo no estaba ahí”, comenzó la defensa del joven. “Deduje que decían que yo venía de ese lado, yo no estaba ahí”, continuó su declaración el joven. De forma inmediata el fiscal le preguntó: “¿Dónde estaba?”, a lo que Luciano respondió: “No voy a responder”. Ante la reiteración de la pregunta, el joven sostuvo “no voy a responder”.

Una vez más el Fiscal le consultó: “¿Quién es la persona de negro que está atrás del auto?”, a lo que Pertossi manifestó: “No quiero responder ninguna otra pregunta, no se esfuercen porque no voy a responder más nada”. Después del cuarto intermedio impuesto por el Tribunal continuó el relato de un amigo de Pablo Ventura que puso en situación cómo vivían los rugbiers en Zárate.

Qué pasó el viernes 13 de enero

Por último, se dieron testimonio dos bomberos voluntarios que asistieron a Fernando en el lugar del ataque, frente a Le Brique. Allí ratificaron que la víctima no tenía signos vitales desde hace tiempo. Luego, finalizó la jornada con el relato de Pablo Zapata de 38 años que en 2019 denunció la agresión y robo de su moto por parte de Lucas Pertossi.

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