El Gobierno de Alberto Fernández decretó por un año la emergencia ígnea con el objetivo de prevenir y disminuir la creciente cantidad de «focos de incendios forestales, rurales, de pastizales y de interface». Además, desde el Poder Ejecutivo justificaron la medida, que fue publicada por decreto en el Boletín Oficial, para frenar el «peligro inminente de una catástrofe ambiental».
«Esta situación, causada por actividades cuyas consecuencias se ven agravadas por el cambio climático, continúa perjudicando diferentes ecorregiones del país y generando nocivas consecuencias sobre bosques nativos e implantados, áreas naturales protegidas, zonas agrícolas, praderas, pastizales, matorrales y humedales», expresó el decreto citado por la agencia NA.
«Dado que continúa el riesgo de superación de la capacidad de respuesta de los medios empeñados en el combate del fuego, la criticidad de la situación y el peligro inminente de una catástrofe ambiental, deviene necesario, imperioso y conveniente prorrogar la declaración de Emergencia Ígnea en todo el territorio nacional», insistieron desde el Estado.
En ese sentido, en el comunicado se reconoce que los incendios del 2022 en distintas provincias continuaron adquiriendo una «dimensión alarmante» y representaron «una grave amenaza tanto para el ambiente y sus ecosistemas como para el patrimonio, la salud y la vida de las personas». El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, anunció en septiembre pasado 1300 millones de pesos para combatir los incendios forestales.
Corrientes: la provincia más afectada por los incendios en 2022
La provincia del norte argentino sufrió la quema de 800.000 hectáreas, algo que equivale al 10% de su territorio. El fuego avanzó sobre campos, humedales, montes y reservas naturales como el parque nacional, Esteros de Iberá. Entre las causas que aludieron desde el Gobierno nacional fueron las altas temperaturas, el estrés hídrico y la falta de humedad en el ambiente y el accionar de incendios dolosos o culposos. Desde el gobierno provincial estiman en 40.000 millones de pesos las pérdidas económicas por el fuego.