El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó a sus fuerzas que dejaran de luchar en Ucrania durante 36 horas a partir del mediodía de este viernes, pero Kiev rápidamente descartó la medida como una «trampa», que probablemente no frenará un conflicto que se encamina a su segundo año.
El Kremlin manifestó que Putin dio la orden este jueves para la Navidad ortodoxa rusa, siguiendo un llamamiento del patriarca Kirill de esa iglesia, que tiene estrechos vínculos con el Kremlin. El asistente presidencial ucraniano, Mikhailo Podolyak, sugirió que la oferta era «hipocresía» por parte de Moscú.
Antes, el funcionario había rechazado la propuesta del Patriarca como una «trampa cínica y un elemento de propaganda». Kiev ha exigido a Rusia que retire sus tropas del país como condición para cualquier cese al fuego. Para Putin, la oferta es «un juego de generosidad para el público», expresó Tatiana Stanovaya, fundadora de la consultora política R. Politik.
El anuncio de Putin siguió horas después de que reiteró que Rusia llevaría a cabo negociaciones serias solo «siempre que las autoridades de Kiev cumplan con las demandas conocidas y expresadas repetidamente y tengan en cuenta las nuevas realidades territoriales», según un comunicado del Kremlin. Esa fue una referencia a las demandas de Moscú de que Ucrania renuncie al territorio reclamado por Rusia, informó Bloomberg.
Esos comentarios se produjeron en una llamada con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien pidió al líder ruso que imponga un alto el fuego unilateral para mostrar su seriedad sobre las conversaciones. Erdogan habló más tarde con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy, quien reiteró su posición de que las tropas rusas deben abandonar su territorio para que termine la guerra.