Los trabajadores de Francia se declararon en huelga este jueves y se unieron a las huelgas en todo el país, deteniendo los trenes y cortando la producción de electricidad en protesta contra los planes del gobierno de aumentar la edad de jubilación en dos años a 64.
Los paros son una prueba importante para el presidente Emmanuel Macron, quien anunció su plan de reforma de pensiones la semana pasada. Las encuestas de opinión muestran que es muy impopular, era «justo y responsable» y tenía que llevarse a cabo. Los manifestantes no estuvieron de acuerdo.
«Son los salarios y las pensiones lo que debe aumentarse, no la edad de jubilación», decía una gran pancarta llevada por los trabajadores en Tours. Cientos de miles participaron en manifestaciones en todo el país, según estimaciones policiales combinadas por el periódico Le Monde. En Niza, en el sur del país, una gran pancarta decía: «No a la reforma».
El gobierno dice que la reforma de las pensiones es vital para asegurar que el sistema no quiebre. Retrasar la edad de jubilación en dos años y extender el período de pago generaría 17.700 millones de euros adicionales en aportes anuales a las pensiones, lo que permitiría que el sistema alcanzara el punto de equilibrio para 2027, según estimaciones del Ministerio de Trabajo, replicó Reuters.
Los sindicatos argumentan que hay otras formas de garantizar la viabilidad del sistema de pensiones, como gravar a los superricos o aumentar las contribuciones de los empleadores o de los jubilados acomodados. «Este problema se puede resolver de otra manera, a través de impuestos. Los trabajadores no deberían tener que pagar el déficit del sector público», dijo Laurent Berger, líder de CFDT.
