El Frente de Todos no tiene tregua y se abrió una nueva interna que pone en tensión al kirchnerismo con la Casa Rosada. En Merlo, Máximo Kirchner se reunió con los intendentes bonaerenses para comenzar a diagramar un plan electoral. A la asamblea estuvo Axel Kicillof y uno de los apuntados por el Gobierno nacional, Wado de Pedro. El Presidente se sintió marginado y por eso decidió crear una mesa nacional oficialista.
La coalición oficialista se encuentra nuevamente dentro de una discusión interna que colisiona con las pretensiones electorales. Durante la semana el kirchnerismo se enfrentó a Alberto Fernández por no invitar al ministro del Interior a una reunión con Lula Da Silva. El mandatario brasileño se juntó con organismos de derechos humanos y en el sector que comanda la vicepresidenta se enfurecieron porque Wado de Pedro no formó parte.
Para seguir evitando discordias, malos entendidos y poner a la coalición en juego, Alberto Fernández se decidió por hacer una mesa política nacional del Frente de Todos. El objetivo, según contó NA, es para «fijar reglas» en un año especial para Argentina y toda la dirigencia nacional. La nueva idea ya «la venía procesando» hace algunas semanas.
«No está directamente relacionado con la reunión en Merlo, es una decisión que Alberto la venía procesando con algunos dirigentes. La idea es que se pueda dialogar y fijar reglas claras antes de la elección», le confesaron a la agencia de noticias. Lo concreto es que el mandatario puso primera tras la reunión del PJ bonaerense.
Desde el kirchnerismo aún lo toman como una nueva posibilidad para dialogar con una parte de la coalición «diferente». Sin embargo, aún sin una palabra oficial, lo observan con buenos ojos. Las elecciones están más cerca de lo imaginado y el Frenge de Todos debe delinear qué hará con sus máximas figuras.