El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, en Villa Gesell, culminó su primera etapa. Tras un mes de audiencias, testimonios de familiares, amigos, testigos y profesionales, la Justicia de Dolores se expidió y dio una severa condena. Cinco de los ocho acusados fueron condenados a cadena perpetua, mientras que los otros tres recibieron 15 años tras las rejas. De todos modos ambas partes quedaron disconformes y apelarán el fallo. Por el lado de los rugbiers, están buscando nuevos abogados.
Tras el veredicto, trasladaron a los ocho rugbiers al penal Melchor Romero en La Plata. En principio, ése seguirá siendo el lugar de detención de todos, aunque la defensa estaría evaluando bajo qué condiciones, pensando sobre todo a posteriori. Cabe señalar que, durante el juicio, los condenados estuvieron detenidos en el penal de Dolores, lugar que se llevó a cabo el proceso.
En las últimas horas trascendió que se requirió que todos sean enviados a Unidad Modelo Jóvenes Adultos 57 (Ruta 6 kilómetro 6,5), en Campana. La localidad bonaerense limita con Zárate, lugar de donde son oriundos los asesinos. Si bien es una cárcel que aloja a delincuentes de entre 18 y 21 años, la edad se flexibilizó hasta los 25 años, por lo que los condenados podrían pasar allí la primera etapa del cumplimiento de condena.
Según informó NA, pese al pedido generalizado, algunos de los responsables de matar a Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gesell, van corrompiendo la unión que se mostraba en cada audiencia. Aunque ninguno de ellos rompió el «pacto de silencio», en lo privado ya han existido algunas discusiones sobre lo que ocurría en el juicio.
Ya luego de conocerse las sentencias, muchos quedaron disconformes con la defensa ejecutada por el abogado Hugo Tomei. Es por eso que algunos de los condenados ya comenzaron a consultar a otros letrados. Al parecer se termina la unidad entre ellos. Algunos de los familiares de los rugbiers ya han tenido reuniones con otros juristas para deshacerse de Tomei.