A casi un año de la invasión de Rusia a Ucrania, el éxodo en ambos países creció. Pero en el último tiempo se dio un fenómeno particular. Mujeres embarazadas rusas aterrizaron a la Argentina para poder dar a luz a sus criaturas. Esto despertó grandes sospechas en el Gobierno nacional, a tal punto que la Dirección de Migraciones investiga a cuatro embarazadas varadas en el Aeropuerto de Ezeiza.
La Justicia federal analizaba este viernes habilitar el ingreso al país de cuatro rusas embarazadas varadas en Ezeiza, luego de que presentaran recursos de habeas corpus para que se resuelva su situación. El juez federal Luis Armella es quien tiene que tomar la decisión, luego de una audiencia en la que la fiscal federal de Lomas de Zamora, Cecilia Incardona, consideró que no era razonable mantener la situación de “inadmisión”, consignó Télam.
Se trata de mujeres extranjeras, migrantes y embarazadas, por lo que denegarles el acceso podría constituir un caso de discriminación, fue el criterio adoptado por la Fiscalía. Una posibilidad sería que se habilite el ingreso transitorio de las mujeres a la Argentina, por un plazo de 90 días (tres meses), para que las puedan atender y cuidar sus embarazos.
En este marco, la titular de Migraciones, Florencia Carignano, aseguró que la inadmisión de las seis rusas embarazadas para ingresar al país responde al habitual procedimiento administrativo para resolver casos sospechados de mentir y de ser “falso turista”. Al respecto, la funcionaria advirtió que además el arribo de estas mujeres al país ocurrió mientras en la Argentina se desarrolla una investigación judicial sobre bandas “delictivas” que tramita en el fuero federal porteño.
Ese expediente, está en manos de la jueza federal María Servini y el fiscal Federico Delgado, y se encuentra en pleno trámite y con medidas de prueba en curso. Según precisó la funcionaria, son seis las ciudadanas rusas que están “inadmitidas” para ingresar al país, que vinieron solas, “todas en la semana 33 o 34 de embarazo, y todas dijeron que venían a hacer turismo”, señaló Carignano en declaraciones a TN.
“Cuando vemos que no tienen pasaje de regreso, que no saben explicar dónde van a hacer turismo, algo que es raro para una embarazada de 34 semanas, empezamos a sospechar que no vienen a hacer turismo”, aseguró. Las autoridades migratorias deben regirse con “un procedimiento para la resolución de casos ante la sospecha fundada de falso turista”, tal como funciona “en todos los países”, dijo la funcionaria.
“En este caso se detectó que era falso turismo, porque ellas mismas admitieron que vienen a tener a sus hijos” a la Argentina, agregó. Asimismo, explicó que “no es un delito” venir a tener un hijo al país, pero las personas “de nacionalidad extra Mercosur”, para poder hacerlo deben “ir al consulado y sacar una visa y explicar los motivos”. Y las ciudadanas rusas inadmitidas entre ayer y hoy no presentaban tales papeles requeridos, objetó Carignano.
La funcionaria aseveró que las autoridades están “preocupados por su salud” y dispusieron un “control médico cada tres horas” para los chequeos necesarios. Las mujeres “no están detenidas, están libres y a cargo de las aerolíneas con las que llegaron, que les ofrecieron volver a su país y no quisieron”, señaló la directora de Migraciones.
Al mismo tiempo, advirtió sobre la presencia de “abogados que son parte de bandas que están siendo investigadas en Comodoro Py”, en los tribunales federales. Ante ello, la santafesina confirmó que “hay una investigación judicial que está detrás de estas bandas que traen a mujeres y hombres, y atrás hay un negocio millonario”.
Desde agosto pasado se registra en el país “un aumento del flujo de ciudadanos rusos” y, particularmente, de ciudadanas rusas con embarazos avanzados. “La cantidad es realmente grande por día. Anoche, en el último vuelo de (la aerolínea) Ethiopian, entraron 33 ciudadanas rusas con embarazos de entre 32 y 33 semanas”, sostuvo Carignano en sus declaraciones.
Tras sospechar de que se tratase de un delito de trata, las autoridades realizaron un total de “365 entrevistas” a ciudadanas rusas, todas ellas “de un alto poder adquisitivo”, que llegaban al país solas y decían “que habían venido por medio de agencias que les ofrecían todo un paquete”. “Todas vienen justo en la semana 33, hay un patrón de conducta que está investigando la Justicia y para la cual Migraciones aportó información”, aseguró Carignano.
Y aclaró que muchas “venían con pasajes o alquileres”, a diferencia de las mujeres que se encuentran varadas en Ezeiza. Para contextualizar, la funcionaria detalló que en el último año ingresaron al país 10.500 personas de nacionalidad rusa, entre ellas “5.819 mujeres embarazadas”, y de esas 10.500, 7.000 “ya no están en el país, y ese es el problema”.
“Nosotros estamos encantados de que vengan a hacer su vida a la Argentina, pero el problema es que llegan, tienen los hijos, los anotan como argentinos, dejan un poder a los apoderados, se van y no vuelven más. Acá hay gente que está usando nuestro pasaporte”, apuntó. Y subrayó que el problema es que esto afecta al pasaporte argentino, que es “muy seguro” y por ello pueden ingresar a 171 países sin visa o “conseguir la visa de Estados Unidos por 10 años”.
“Si no controlamos a quién le damos los pasaportes, el pasaporte argentino va a dejar de tener la confianza que hoy tiene en otros países. Tenemos que cuidar nuestro pasaporte y los beneficios que hemos logrado porque venimos trabajando para que nuestro pasaporte sea seguro”, concluyó la titular de Migraciones, dependiente del Ministerio del Interior.