En los últimos meses, el caso de las Islas Malvinas tomó mucha relevancia en el marco internacional porque el Gobierno llevó nuevamente el tema a la ONU. Como si eso fuera poco, el Ministerio de Defensa fue por más y posicionó dos aviones Pampa III en la Base Aérea Militar de Río Gallegos, Santa Cruz, el punto más cercano al archipiélago desde la superficie continental.
Esta medida se enmarca dentro de la reapertura de la X Brigada. Desde la cartera de defensa sostienen que es para «incrementar la presencia y proyección» de instrumentos militares en la Patagonia. Además, afirmaron, según NA, que está «directamente vinculada con la visión de una Argentina que proyecta hacia el Sur, hacia el Atlántico, las islas y la Antártida como componentes estratégicos».
Si bien esta es la versión que dieron desde el Gobierno, lo cierto es que posicionar dos aviones de combate cerca de las Islas Malvinas no es un tema menor. Para el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general Xavier Julián Isaac, es un «punto de proyección hacia todas las operaciones antárticas. Operamos un radar militar todos los días del año, tenemos piezas de artillería antiaérea, pero nos faltaban los medios aéreos».
El Reino Unido se movió también en las Islas Malvinas
Por su parte, el Reino Unido también tuvo actividad en las Islas Malvinas, aunque no en las últimas horas. Desde hace varios meses que vienen realizando ensayos militares en el territorio que se han visibilizado desde la superficie continental. Eso no agradó en absoluto a las autoridades de Argentina que trasladaron el reclamo a la ONU.
Cabe señalar que Inglaterra trabaja con militares allí desde hace varios años y que en el Gobierno han protestado para que no exploten el suelo con este tipo de manejos. Ahora con la llegada de dos aviones de combate buscan marcar presencia en la zona también y la tensión escaló, sobre todo para la sociedad que se mantiene alerta sobre lo que ocurre en la Patagonia.
