El exsenador nacional Esteban Bullrich volvió a meterse en el debate por la denominada grieta en la Argentina. A través de sus redes sociales, el dirigente del PRO, diagnosticado con ELA, había cuestionado la última semana a la titular del partido Patricia Bullrich por rechazar el discurso antigrieta. Y este domingo, Bullrich publicó un video en el cual explica, desde su posición, “qué es la grieta”.
“La grieta es un mecanismo fomentado desde parte de la dirigencia política. Usa y enfatiza las divisiones que existieron siempre en el país como estrategia para ganar poder”, apuntó Bullrich. Y explicó que “se basa en el invento malintencionado de creer que aquellos que no piensan como yo. Lo hacen por motivos espurios, convirtiéndose en enemigos”.
En esta línea, Bullrich, una de las piezas fundacionales del PRO, continuó: “El uso respectivo de esta estrategia fue penetrando en la sociedad hasta llegar al seno de ella: la familia”. “Tanto así, que en muchas de ellas se hizo imposible hablar de política. En muchos casos llegando a dejar de hablarse del todo”, puntualizó el exministro de Educación.
Sin nombrar a Patricia Bullrich, precandidata a presidenta por el partido amarillo, quien públicamente criticó a su futuro competidor en las elecciones Primarias (PASO) Horacio Rodríguez Larreta por un “discurso antigrieta”, Esteban profundizó sus diferencias con la dirigencia en esta reflexión. Y es que según él, la Argentina “era tierra fértil para que prendiera esta semilla de división”.
“Tenemos la vieja y cuestionable costumbre de denominar a un grupo político por su líder. Así tuvimos a yrigoyenistas y alvearistas; peronistas y antiperonistas. Y, más actual, alfonsiniestas, menemistas, kirchneristas, macristas y cristinistas”, dijo Bullrich. Y siguió: “Esto facilitó el trabajo de los excavadores porque permite trasladar todas las características negativas del líder a los miembros de su grupo, y llevó a que fuera imposible llegar a acuerdos políticos”.
Bullrich aseguró que “cualquiera que fuera atrapado negociando con el enemigo es un traidor”. “Ni hablar de si en esa negociación había cedido un centímetro para llegar a un acuerdo. Entonces: Siberia o muerte”, indicó. “No me entra en la cabeza cómo nos creímos la mentira de que solamente hay que conversar con los propios y que las personas son tan importantes. Lo importante hacia dónde quiere ir a la gente”, enfatizó.
Y subrayó: “Se tiene que dialogar siempre, dentro de la Constitución y con transparencia. No podemos seguir así”. El dirigente político consideró que el armado y proyección de “políticas de largo plazo, esenciales para la estabilidad y desarrollo, demandan grandes acuerdos”. “Son el único camino para salir del estancamiento y la pobreza. Esos acuerdos necesitan de una actitud amplia y generosa, de sentarse en la mesa de negociación pensando qué voy a entregar para llegar a un acuerdo que beneficie a la gente, y no qué me voy a llevar de esa mesa”, consideró.
“No tenemos que llevarnos bien con todos, ni entregar nuestros valores, pero la grieta no es moral. La grieta es la encargada de dividir entre decentes y corruptos es la Justicia, que debe ser implacable con quienes violan la ley”, evaluó Bullrich. Y concluyó: “En todas las agrupaciones políticas hay gente decente y con actitud constructiva, no sigamos cayendo en la trampa de la grieta. No sigamos con el insulto o la chicana barata. Debemos darle un mejor ejemplo a nuestra Argentina. No podemos seguir así. Cambiemos”.