Paolo Menghini, padre de la última víctima fallecida y hallada en los escombros de la Tragedia de Once, calificó a Ricardo Jaime, exsecretario de Transporte kirchnerista, como uno de los políticos más corruptos de la democracia argentina. Por otro lado, Menghini reconoció que el episodio mejoró la situación en los vagones de la línea Sarmiento, aunque exigió reformas urgentes en la Justicia para aumentar las penas por delitos de corrupción.
«Lo primero que se me ocurre pensar es ¿En la Argentina, la Justicia empieza a tener en claro que la corrupción mata o todavía falta?», preguntó Gonzalo Bonadeo en la radio Continental y Pablo contestó: «Yo tengo tatuado en mi brazo los cuatro primeros compases de un largo y sinuoso camino porque de eso se trata todo y hay que encararlo y sin miedo».
«Se llegó al juicio oral, a las condenas en 2017 que fueron ejemplares, después en la segunda instancia algunas penas fueron reducidas, pero se cumplieron. Julio De Vido fue condenado en primera y segunda instancia y estamos esperando que la Corte Suprema de Justicia deje firme ese fallo. Una parte de la justicia se compone por las condenas, segundo por la memoria y tercero como ejemplo para que no vuelva a repetirse», señaló Menghini.
«La Justicia tiene que tener modificaciones, porque las condenas son ridículas, o sea, la condena por administración fraudulenta de bienes del Estado en concurso real con el estrago culposo seguido de muerte tuvo como máximo 11 años de pena. Si a eso le sumas la instancia de atenuantes, eso ya tiene una rebaja y si le agregas los cursos en la cárcel y los dos tercios de cumplimiento de la condena todo se achica», insistió el hombre que perdió a su hijo lucas de 19 años en la tragedia.
«Esa plata que se roban (los políticos y empresarios) es para hospitales y equipamiento, escuelas, seguridad, trenes en condiciones y más. Había un ministro de Transporte (Juan Pablo Schiavi), un exsecretario de Transporte y Julio De Vido que tenían responsabilidades directas. Ellos no asumieron las responsabilidades y se tuvieron que hacer cargo por una sentencia judicial, a pesar de que hay una tonelada de pruebas en contra. Jaime no para de acumular fallos en contra y yo no recuerdo un tipo tan corrupto en la historia de la democracia argentina», insistió.
«Florencio Randazzo habló de revolución ferroviaria y compró los trenes sobre la sangre fresca de nuestros familiares, cuando los podía haber comprado antes de que pasara… tuvo que esperar 52 inocentes aplastados en un tren para renovarlos. De hecho había carpetas de denuncias de usuarios y trabajadores de que podía pasar una tragedia», concluyó.
