Este jueves, los sindicatos de Francia realizaron otro día de huelgas y protestas en una nueva prueba de oposición al plan del presidente Emmanuel Macron de elevar la edad de jubilación antes de una pausa de dos semanas durante las vacaciones escolares.
El gobierno presentó un proyecto para elevar la edad mínima para reclamar una pensión de 62 a 64 años. Sin embargo, los sindicatos se están atrincherando y ya esperan otro día de huelgas, el próximo 7 de marzo, cuando pretenden paralizar el país. «La movilización sigue ahí y la motivación es mayor que nunca», dijo el jefe del sindicato CGT, Philippe Martínez.
«Cada día llega gente nueva. Hay gente en la calle, hay gente en huelga. Es un movimiento que está muy arraigado», agregó. Los franceses se enfrentaron a menos interrupciones en los viajes durante el día de huelga, con el 80% de los trenes de alta velocidad funcionando y con un servicio casi normal en las rutas aéreas internacionales.
Macron vio las mayores protestas de su tiempo como presidente en el mes de enero, después de que se comprometiera a cumplir con la reforma de pensiones. El líder de 45 años dice que es una parte vital de su programa económico, ya que apunta a impulsar el empleo y los ingresos, y reducir la deuda pública, informó Bloomberg.
Sin embargo, las encuestas de opinión muestran que la mayoría de los franceses todavía se oponen a la reforma y los sindicatos tienen la intención de intensificar su acción cuando las escuelas vuelvan a abrir. «Planeamos paralizar Francia; queremos inmensas marchas de protesta el 7 de marzo», expresó este jueves Laurent Berger, líder del sindicato moderado CFDT.
