El Frente de Todos no tiene tregua y se abrió una nueva interna que pone en tensión al kirchnerismo con la Casa Rosada. En Merlo, Máximo Kirchner se reunió con los intendentes bonaerenses para comenzar a diagramar un plan electoral. A la asamblea estuvo Axel Kicillof y uno de los apuntados por el Gobierno nacional, Wado de Pedro. El Presidente se sintió marginado y por eso decidió crear una mesa nacional oficialista
La coalición oficialista se encuentra nuevamente dentro de una discusión interna que colisiona con las pretensiones electorales. Durante la semana el kirchnerismo se enfrentó a Alberto Fernández por no invitar al ministro del Interior a una reunión con Lula Da Silva. El mandatario brasileño se juntó con organismos de derechos humanos y en el sector que comanda la vicepresidenta se enfurecieron porque Wado de Pedro no formó parte.
De todos modos todo parece haber quedado en el pasado porque las elecciones apremian y obligan tomar decisiones rápidas. En el Frente de Todos lo saben y pretenden llegar «lo más vigoroso posible». El acuerdo debe ser inminente para comenzar a diagramar las listas. «Hay que parar la pelota, tomar aire y hacer todo lo posible para que el Frente pueda llegar vigoroso a las elecciones. Tenemos que estar más unidos que nunca», le comentaron a NA.
«El peronismo siempre siguió los pasos que marcó su máximo dirigente, las decisiones son verticalistas. Es poco probable que la mesa política logre aplacar las diferencias que existen. Se necesita una voz de mando», aseguraron también mostrando cierta preferencia por Cristina Kirchner. La vicepresidenta anunció que no será parte de las elecciones.
Algunos miembros del peronismo prefieren ser más cautos y esperan ser notificados sobre la mesa nacional y en que lugar se llevará a cabo: «Hay que ver quiénes formarán parte de la mesa, cuándo la convocan y con qué finalidad. Hasta el momento no tuvimos comunicación para coordinar nada», señalaron en la agencia de noticias.